Eduardo Serdio, Ricardo Plata y Maximiliano Cid del Prado, integrantes de una importante y juvenil agrupación poética de creativos del siglo XXI, denominada Congregación Literaria de la CDMX, se han responsabilizado en aceptar para su vida uno de los géneros más complicados de nuestra cultura: La poesía.
Para empezar, han tenido que tomar en cuenta los valores que anteceden al género literario, su filosofía, su historia, su sociología, su diversidad. El infinito concepto de la palabra "amor"; el romanticismo y muchísimos contextos más que tienen que ver con los fenómenos de intensidades, expresiones y demás características que lo revisten.
"Creemos que la poesía no tiene por qué modificarse mucho. Porque los seres humanos, finalmente, somos los mismos; aunque cambiemos, ropa, zapatos, color de cabello o alimentos. Así que pensémoslo bien. ¿Qué tomamos de la historia? ¿Qué aprovechamos de los antiguos poetas quienes decían cosas como: 'Y bien, yo necesito decirte que te quiero, decirte que te adoro con todo el corazón, que es mucho lo que sufro, que es mucho lo que lloro, que ya no puedo más...'. Y por todo ello, lo que tratamos, justamente, es que nuestra labor resulte pródiga. Que siga caminando. Que se rompa el hielo, y que todos y cada uno sigamos amándola con alma abierta, desnuda, clara, extrema, sin ambajes, sin temores, sólo por decir algo", expresaron Eduardo, Ricardo y Máximo.
Y al ponerse de acuerdo nuevamente, expresaron: "Creemos, igualmente, que la poesía actual, no debe fijar parámetros pragmáticos sino compromisos éticos, estéticos y críticos. Teniendo conciencia, de que su tradición cultural y lingüística es tan latinoamericana como mundial. Y que por lo tanto, la conformación de su Ethos estético ha sido, es, y será siempre, tan libre como significativo. Entendiéndose de antemano que toda sinceridad poética, se forma a partir de su identidad y de su ser en el mundo. La libertad creativa potencia su voz única y brinda su riqueza histórica y social".
Dedujeron, igualmente, que el panorama literario en nuestro país se ha visto afectado: "Es complejo dedicarse a la literatura profesionalmente y vivir de esta actividad. Los escritores en México necesitan desempeñarse en otras labores que obstaculizan su oficio.
"Los programas sociales y culturales, así como las becas, que se suponen deben favorecer la labor literaria, muchas veces se ven viciados y la dificultan aún más al restringir los diferentes círculos intelectuales y literarios".
Por su parte, la Congregación Literaria de la Ciudad de México tiene como objetivos principales el democratizar espacios. Al finalizar habrá acogido a 72 poetas y narradores de la ciudad con excelente calidad artística, intelectual y humanística.
