“No sé si sea arte, pero si a la gente le gusta mi trabajo, me doy por servido”, afirma Carlos El Chivo Lora Vega, soldador de oficio que trabaja actualmente en Grupo Delia, donde ensambla muebles para cocina.
La necesidad de aprender un oficio y sostener a su familia fue lo que llevó a Carlos Lora a adentrarse como soldador, que con el tiempo se volvió su pasión y cuenta: “Desde que empecé a trabajar en esto ya no lo pude dejar, me gustó porque siempre aprendes algo nuevo”.
Dentro de la enseñanza que le ha dejado el oficio, más allá de los propios requerimientos del trabajo es “sellar los lazos y hacerlos más fuertes con las personas que me rodean; me ha dado estabilidad en mi persona y con mi familia”.
Para El Chivo, soldar es más que un trabajo: “es unir, fusionar, crear. Es tratar de unir dos piezas que servirán para otra persona en su trabajo o en su vida cotidiana, además, tratas de que se vea atractivo. Soldar se convirtió de un aprendizaje, a una rutina y de una rutina a mi mayor pasión”, asegura.
Asimismo, Lora Vega se dice orgulloso del trabajo que realiza día a día: “Estoy orgulloso del trabajo que escogí. Si estás convencido de que no puedes hacer algo, nunca lo harás, pero yo sí me convencí por muchos aspectos. Estoy orgulloso de llegar hasta donde he llegado, porque las personas de arriba han apreciado mi trabajo. Pero mi mayor orgullo es que este trabajo me alcanzó para sacar adelante a mis hijos y a mi esposa”.
Además del amor y responsabilidad para con su familia, El Chivo se siente agradecido por los amigos que le ha dejado su profesión: “El llegar aquí todas las mañanas y estar con los amigos es algo que no se compara; ellos hacen que me guste aún más mi chamba, con ellos aprendes mañas para chambear, cotorreas, disfrutas estar aquí, eso es lo que hace que el día se te haga menos pesado”.
Para él soldar es un arte y explica por qué: “Cualquier cosa que el hombre sea capaz de hacer, si existe y es real a partir de lo que tu pudiste crear, es arte, ¿no? Porque en este trabajo creamos las figuras, el tamaño; nosotros todo lo modificamos gracias a esta habilidad y conocimientos que adquirimos con el tiempo. Yo creo que es una habilidad para lograr algo determinado. No sé si sea arte, pero si a la gente le gusta mi trabajo me doy por servido”. Lo importante para Carlos es ser feliz con las actividades que realiza dentro de la rutina: me gusta y no importa si me ensucio, si me corto, si me machuco, yo disfruto. Definitivamente me gusta lo que hago”, finaliza.