Santiago, Chile.- Cuarenta y dos años después Chile salda una deuda cultural con México. Una exposición de los artistas mexicanos Orozco, Rivera y Siqueiros que quedó sin inaugurar tras el golpe de Estado que instauró la dictadura de Augusto Pinochet en 1973, verá finalmente la luz en Santiago.
"La Exposición Pendiente: Orozco, Rivera, Siqueiros" abrirá sus puertas al público este viernes en el Museo de Bellas Artes de Santiago, 42 años después de su fecha original: el 13 de septiembre de 1973, solo dos días más tarde del alzamiento militar que derrocó el gobierno del socialista Salvador Allende (1970-1973).
Los chilenos se quedaron de esta forma sin ver una de las colecciones de arte moderno más importantes del continente y con un fuente compromiso político.
La exposición sobrevivió al ataque que las fuerzas golpistas asestaron al Museo de Bellas Artes de Santiago, donde hacía su última parada tras un largo periplo por 70 países.
"Estoy angustiado por el peligro y por la absoluta falta de seguridad que cada minuto amenaza a la gran colección Carrillo Gil y sus 169 pinturas de Orozco, Rivera y Siqueiros. Todas son de valor imponderable para la historia y el patrimonio cultural de México", escribió entonces Fernando Gamboa, curador de esa exposición.
Hospedado en el entonces hotel Carrera, ubicado justo en frente al palacio presidencial de La Moneda -bombardeado por aire y tierra por efectivos militares- Gamboa se convirtió en un testigo privilegiado de unos de los hechos políticos más relevantes de la historia de Chile, que relató en varios escritos que hoy forman parte de la exposición.
Las obras salieron intactas del ataque al museo, porque estaban expuestas en el segundo piso del recinto. En cuanto pudo, el curador logró embaladas en 27 cajas y 14 días después del golpe de Estado la muestra regresó a México, de nunca más volvió a salir hasta ahora, narró a la AFP su actual curador, el venezolano Carlos Palacios.
"Fue una gran suerte que esta colección resultara intacta", agregó el curador. (AFP)
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