POR CARMEN SÁNCHEZ | El Sol de México
En las fiestas de fin de año o aniversario de la Organización Editorial Mexicana, se alude a que somos una gran familia , que como tal, se encuentra conformada por hombres y mujeres. Los hijos, cada quien los tenemos en nuestros distintos núcleos afectivos y es precisamente por ellos que algunas de las féminas quienes laboramos en esta compañía, luchamos cada día para llevarles el sustento o colaborar al bienestar familiar. Las solteras tendrán sus propias batallas.
En estos tres años de trabajo en El Sol de México de su “texto servidora”, se ha creado en el área del trabajo en la que estoy, una hermandad hecha por la fuerza de la convivencia diaria y continúa. Como en todo grupo de relación con seres humanos, la disfuncionalidad se da, pero también el compañerismo y la solidaridad de género. De eso quiero hablar en este marco del Día Internacional de la Mujer.
En este edificio de la OEM, ubicado en la calle de Guillermo Prieto, colonia San Rafael, aproximadamente somos 100 mujeres, en funciones administrativas o en redacción, algunas no nos vemos diariamente. En ocasiones me encuentro con “Claudia”, no solamente en las instalaciones, sino en el Metrobús donde me ha contado que vive en Ecatepec y tiene que levantarse muy temprano puesto que el camino es largo y si la ves, es una guapura de mujer que siempre está muy bien combinada en su atuendo. Ella pertenece a El Esto. Ahí también encontramos a “Alma Rosa”, reportera de espectáculos, tenaz como ninguna. Sus manos se multiplican en cuatro en la computadora y no sabes cuándo te la topas en los pasillos si va o viene, siempre: “cubriendo la nota”.
Aquí, mi saludo diario es con “Mildred” mi compañera y amiga en la sección de Sociales. Su juventud, organización y constancia, entre otras cualidades, la hacen un elemento único en nuestro departamento. A la misma hora llega “Esther”, asistente de la Dirección, quien además de cumplir con sus funciones con gran profesionalismo es una escritora de gran talento. A “Laura” le toca ser una parte fundamental de la Jefatura de Información, ordenada y con un carácter que saca a flote cualquier dificultad.
Más tarde llega “Ana María Longi” para escribir su columna “Arte y Academia”, la llamamos “la maestra” y en verdad da cátedra con su sabiduría. “Nallely”, reportera de espectáculos, te sorprende con su buen gusto al vestir y con ese temple que se le nota a leguas.
En la tarde, en “corrección”, está “América” de hermosos ojos aceituna con la que siempre puedes contar; así como con la pelirroja “Jacko” quien lleva “el rock” por dentro y una chispa eterna. “Mara”, quien recién se acaba de incorporar a esa sección; “Tania” te va a ubicar si en algún momento llegas a divagar. Por su parte, “Mary” te asombrará por ser ejemplo vivo “multitask”, que lo mismo está en el Sindicato que se ocupa de su propia faena; y “Chivis”, quien nos visita cuando puede darse un tiempo de su trabajo en la fototeca.
Están también quienes comandan la nave como “Sandra” y “Norma”, con grandes responsabilidades a su cargo. “Arlene” y “Sen” que colaboran sin tregua en sus propias trincheras y a todas, con las que he coincidido en esta “gran familia”, les expreso mi admiración y respeto por ser arquetipo de la fuerza productiva de este país y de la mujer actual que lucha y se supera.
/arm