Al parecer el Museo Metropolitano de Nueva York mejor conocido como el MET está en crisis.
De acuerdo a información del New York Times el MET reconoció tener serios problemas financieros en donde su déficit ha ido en aumento y se tiene pensado llevar a cabo la suspensión de los planes que se tenían para abrir una nueva sala dedicada al arte moderno y contemporáneo.
A pesar de los problemas que el museo tiene para pagar sus deudas, éste se ha esforzado por no quedarse atrás en cuanto a la oferta cultural que ofrece al público.
Desafortunadamente "el fuerte del Met no ha sido el arte moderno y contemporáneo" asegura el crítico de arte Holland Cotter de The New York Times, el cual también ha manifestado que la colección que se ha presentado es “una vergüenza institucional”, considerando que el recinto ha dejado de ser una autoridad enciclopédica, en parte porque Philippe de Montebello (quien por mucho tiempo dirigió el museo) veía con recelo seguir las tendencias.
El museo dice que su déficit se debe a una disminución en las visitas y las ventas de productos, además de contar con una deuda anual de 8,5 millones de dólares sobre un total de 250 millones en bonos emitidos para obras en la infraestructura del edificio principal y The Cloisters.
Hasta el momento el Met tiene un presupuesto de 300 millones de dólares y durante años ha sufrido recortes modestos pero ahora enfrenta un déficit de 10 millones de dólares.
El museo sufrirá una transformación financiera de 24 meses que probablemente incluirá recortes de personal, programación reducida y un esfuerzo conjunto para incrementar los ingresos en sus restaurantes y sus operaciones de venta de productos.
La competencia por otro lado también ha contribuido a que el museo metropolitano esté en desventaja. Entre sus grandes competidores se encuentran el MoMA, el cual gracias a una donación de 100 millones de dólares por parte del magnate del David Geffen el museo se expandirá y se renovará. El Whitney inauguró una nueva ubicación en el centro de la ciudad, mientras que el Guggenheim se ha multiplicado en todo el mundo, y el New Museum ha ayudado a encabezar una nueva ola artística en el Bajo Manhattan.
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