POR MANUEL COSME | El Sol de México
E l nombre que se le dio a la exposición fotográfica montada en las rejas de la Primera Sección del Bosque de Chapultepec le quedó muy bien, pues se llama “Oaxaca, tierra de dioses inmortales”.
Por eso, en la presentación de la muestra, el escritor Adelfo Jarquín cita el siguiente fragmento del vals de Macedonio Alcalá “Dios nunca muere”: “Pero no importa saber/ que voy a tener el mismo final/ porque me queda el consuelo/ que Dios nunca morirá”.
Las fotografías son de Fernando Franco Mejía, originario de Aguascalientes, y en ellas se presenta una diversidad cultural única en México, pues nada más de las 65 etnias que tiene todo el país, 18 radican en Oaxaca, donde existen nueve mil especies de plantas, 246 de mamíferos y más de 700 de aves.
[caption id="attachment_97429" align="aligncenter" width="900"] Un territorio de una vastedad inconmensurable que no
deja de sorprender a quien se adentra en sus rincones.[/caption]
En sus imágenes están presentes la belleza arqueológica de la ciudad de Monte Albán, el esplendor del paraje Hierve el Agua, el colorido de la Danza de la Pluma y sus mujeres morenas ataviadas con sus trajes regionales.
Y es que, según el presentador de la exposición, en las ocho regiones de la entidad están las diversidades étnicas, naturales y culturales más ricas de toda América Latina, a tal grado que las consideran un país dentro de otro país y las definen como un territorio de una vastedad inconmensurable que no deja de sorprender a quien se adentra en sus rincones, entre su gente.
[caption id="attachment_97431" align="aligncenter" width="900"] En las ocho regiones de Oaxaca están las diversidades étnicas, naturales y culturales más ricas de toda América Latina.[/caption]
“El Oaxaca que nos muestra (el artista) en estas fotografías es el de todos los días; el de su arquitectura majestuosa, aun en la sencillez de la tierra y la madera; el de la naturaleza imponente que es imposible captar de un solo vistazo; el de sus fiestas y tradiciones, el de su pueblo”, describe Jarquín.
[caption id="attachment_97432" align="aligncenter" width="600"] La exposición recoge, desde diversos ángulos, la riqueza que hace de éste un espacio único en México.[/caption]
La exposición recoge, desde diversos ángulos, la riqueza que hace de éste un espacio único en México y que lo convierte en un rincón de tiempo inacabable; y en las 60 fotografías está lo mismo el punto de fuga que ritmo de sus composiciones.
Del fotógrafo, el escritor opina que elogia con la mirada todo aquello que ha ido descubriendo en sus incansables recorridos por la accidentada geografía oaxaqueña.
“Su registro visual lleva consigo una voz clara y profunda, acuciosa, reflejo de su pasión por la luz y el intenso deseo de registrar, para siempre, el instante que, de otra manera, se perdería en la frontera de lo asombrosamente cotidiano”, concluyó.
/arm