El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó respecto al hallazgo en Palenque, Chiapas, de una osamenta, que es perteneciente a una mujer foránea y que gracias estudios realizados se ha podido determinar cómo vivió, su dieta, fisionomía e incluso las enfermedades que padeció.
De acuerdo con el comunicado emitido por la dependencia, la “Señora SAS”, como fue nombrada, habría fallecido entre los 45 y 50 años de edad, acorde con el límite de la esperanza de vida en la época prehispánica
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El responsable de la Sección de Osteoarqueología del Proyecto Arquológico Palenque (PAP), Luis Núñez Enríquez, señala que “se cree que murió entre los años 800 y 850 d.C., a partir de la asociación de su ofrenda, consistente en dos vasijas completas y una fragmentada con la cerámica palencana de esa etapa histórica”.
Otro de los datos precisados es que el cráneo presenta deformación intencional de tipo tabular erecta, que lo expandió en anchura y altura, algo que era una preferencial cultural en lo que antes se nombraba "Lakamha".
Una propuesta de los arqueólogos es que la mujer pudo ser una extranjera dentro del antiguo reino, no obstante que fue enterrada en un área cercana al núcleo urbano del sitio.
“Los entierros humanos de Palenque suelen ubicarse dentro de los templos o en las áreas de habitación, y el espacio donde hallamos este esqueleto no es ni lo uno ni lo otro. Una posibilidad es que esté asociado con esta actividad, y que quienes laboraban en el taller hayan decidido sepultarla allí mismo”, explicó.
Modificaciones dentales y patologías
Uno de los rasgos más llamativos de la “Señora SAS” fue una serie de incrustaciones de piedra verde en cuatro de sus dientes frontales. La limpieza de su osamenta ha revelado una cuenta tubular de piedra verde que también formó parte de su ajuar, oculta bajo su mandíbula.
Sobre el simbolismo de estas incrustaciones y del limado que también tienen algunos de los dientes de la mujer, el especialista apunta como poco probable que tuviera una relación de estatus económico-social.
“En Palenque se han excavado contextos populares en los que hay esqueletos que también tienen limados, incrustaciones y modificaciones dentarias. En contraste, restos óseos de la élite, como el del propio Pakal, no las tienen, es decir, quizá no eran representativas del estatus”, explica.
“La etnografía nos muestra a muchas sociedades que, hasta la fecha, como ocurre en África o Sudamérica, practican limados dentales y deformación cefálica, reflejando códigos entre personas que comparten un lenguaje simbólico: que son de una misma etnia o practican un mismo oficio”, comenta el osteoarqueólogo.
Entre las patologías que fue posible determinar, están caries dentales y sarro, indicios de una dieta basada en carbohidratos (maíz) y proteína animal.
“El informe del equipo distinguió además la existencia de hipoplasia (menor cantidad) de esmalte en los caninos y premolares inferiores de la ‘Señora SAS’. Asimismo, identificó huellas de escorbuto en el cráneo, quizá debido a la falta de vitamina C durante sus primeros años de vida”, agrega el reporte.
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“Un rasgo final a destacar, es que las dos enfermedades ya descritas, además de otras lesiones como una fractura en la epífisis distal, se encontraban sanadas al momento en que falleció la mujer, por lo que se cree que murió de causas naturales”, finaliza.
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