Roberto Rondero
Del amor y otros tatuajes, la periodista y narradora Adela Salinas (“Dios y los escritores mexicanos”, “Crónica del delirio. El oscuro reflejo de Paul Antragne”), ha publicado “Piel viva” (Ediciones B, 222 páginas), un libro en el que la autora declara que “tatuarse no es un juego. Es una decisión de vida porque quedas marcado para siempre. La gente dice que nos enmascaramos. Yo digo que es al contrario…”.
En “Piel viva”, Alma (‘Perversa’ como la llama ‘Pulso’, su pareja), es un personaje lleno de contrastes. El mundo del tatuaje se convierte así en un camino de conocimiento y evolución; más allá de una moda o un estigma, resulta ser un medio de liberación para conjurar el dolor que agobia y sepulta las ganas de vivir, una necesidad de exorcizar sus propios demonios.
DEL AMOR Y OTROS TATUAJES
…”Mi piel es un archivo completo, lleno de detalles, cubierto mil veces. Hay algunas cosas enterradas entre otras. Así es la vida. Pasamos una y mil veces por el mismo camino, pero nunca es el mismo. Pasamos con una mirada renovada a cada instante porque a cada instante toda la realidad cambia. Cada instante es único. Nunca nada se repite a cabalidad. Si paso inmediatamente por la misma banqueta que pasé, algo cambia y eso determina el resto de la historia”.
Para Alma Torres, el personaje central de “Piel viva”, el tatuaje es una representación de lo que lleva dentro: momentos felices y también hechos que la han devastado. Ella está desnuda y, a partir de sus tatuajes, le cuenta su historia a un periodista que la escucha con atención. Es el lenguaje gráfico de su cuerpo, los bordes de la conciencia para transgredir el espacio y tiempo que le fue concedido.
…”Tomó la aguja y empezó a dibujar. No importa las líneas que fueran; la mano de Pulso era precisa, aunque muy pasional, sobre todo en ese momento. Cerré los ojos y pude sentir negros, oscuros, rojos. Mi piel estaba viva, punzaba toda, era desollada, se iba transformando como una hoja que se quema. Y supe, supe desde que empezó que aquello que delineaba era de una belleza negra y poderosa, con un agresivo candor que la volvía inalcanzable”.