POR MARÍA ESTHER BELTRÁN El 34 Festival se viste de gala al recibir al primer actor argentino, Héctor Alterio, quien protagoniza magistralmente el montaje de El padre.
Dan la tercera llamada y la atención es robada por completo al ver como entra una mujer desesperada a la sala de una casa y busca por todos lados algo y se encuentra con un hombre mayor en pijama, al que descubrimos que es su padre. A partir de esta escena nos vemos envueltos en la confusión. “El Padre” protagonizado por Héctor Alterio, a sus 87 años se planta en el escenario con gran maestría la cual es recompensada de minutos de ovación al terminar la obra.
Alterio lleva al público a conocer a Andrés un hombre mayor, que vive sólo en un departamento y su hija Ana se encarga de sus cuidados. Por más de una hora no sabemos qué pasa realmente en el escenario. Vemos escenas repetidas y nos coloca en la perspectiva de una mente confusa o quizá, los confusos somos los que estamos de público. Desde el inicio nos roba la atención, no sabemos quién miente y si lo que estamos presenciando es una trampa que quieren hacerle Andrés.
En ningún momento decae la función y hay veces que creemos tener el hilo conductor y viene un cambio inesperado, una imagen nueva que nos desconcierta y nos vuelve atrapar. Las situaciones que nos presenta es confusa, ¿quién tiene la razón? La familia, los cuidadores o Andrés. ¿Qué intereses buscan?
Mientras vivimos por medio de Andrés la angustia de no comprender que quiere su hija, su esposo y los cuidadores, quienes insisten en su cuidado conocemos a un anciano en todas sus cualidades.
Es una obra que toca fibra, donde el director José Carlos Plaza, nos presenta un hombre que lo mismo que nos hace reír, transmite ternura, lleva a situaciones dramáticas hasta el final de la obra donde entendemos realmente lo que pasaba.
El autor es Florian Zeller, novelista y dramaturgo francés, muestra la pérdida de la realidad en la vejez. Alterio, primer actor se planta en el escenario y demuestra su calidad actoral, ofrece un Andrés de un gran carácter, un hombre tierno y con cierta chispa que nos roba algunas risas. Su hija Ana Labordeta nos muestra una mujer que hace lo imposible por cuidar sin dañar a su padre y que tiene que vivir angustiada por cuidar sus deberes de esposa y mujer trabajadora. Es un ejemplo de lo que hacen millones de mujeres que en un 80 por ciento son las encargadas de cuidar a sus padres. Y llega el momento que tiene que decidir en buscar un lugar propicio para sus cuidados para seguir ella con su vida o romper con todas las ataduras para cuidar a su padre.
En el montaje los acompaña Luis Rallo, Miguel Hermoso, Zaira Montes y María González quienes interpretan al esposo y a los cuidadores.
Es una puesta en escena que cuida mucho los detalles y muestra desde el punto de vista del que padece alzhéimer como se ve su mundo.
Sin duda alguna es una obra apasionante, que llega en algunas veces a ser un drama y en otras una comedia. Como es la misma vida y quién sabe más de esto son aquellas personas que tienen en su casa un familiar que padece esta tremenda enfermedad. Y para los que la vemos desde fuera nos hace comprender la situación por la que pasan quien la vive. No sólo desde el punto de vista del enfermo sino del esfuerzo y lo que tienen que padecer los que lo rodean.
Una situación difícil de comprender, pero que con El Padre nos acercan de manera ejemplar a esta situación.
Y como suele terminar cuando se disfrutan de grandes actuaciones el público se volcó en ovaciones y aplausos que duran minutos de pie. Y que en el caso de Héctor Alterio agradeció emocionado y con sus ojos azules brillando de gran alegría. https://www.youtube.com/watch?v=7NXo_RoNRLI
