Guatemala.- Sandra Torres Casanova, ex primera dama y figura clave de la política social del gobierno del presidente Álvaro Colom (2008-2012), pretende cambiar la historia y convertirse en la primera mujer presidente de Guatemala.
Torres Casanova nació el 5 de octubre de 1955 en Melchor de Mencos, un municipio del norteño departamento de Petén, próximo a Belice, en la región fronteriza con México.
Estudió la primaria en Belice y se graduó en la licenciatura de Ciencias de la Comunicación, en la estatal Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC).
La fundadora y dirigente de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE, socialdemócrata) es empresaria de la industria textil y madre de cuatro hijos.
Sus enemigos políticos, la acusan de militar en su juventud en la guerrilla, que durante 36 años (1966-1996) intentó derrocar al gobierno en un conflicto armado interno dejó 200 mil muertos y desaparecidos.
Torres Casanova siempre ha negado la versión, pero también ha aclarado que su ideología es socialdemócrata, por lo que en 2102 fue electa como vicepresidenta de la Internacional Socialista.
Intentó competir como candidata en las elecciones anteriores (2011), pero fue rechazada por su vínculo matrimonial con el mandatario Colom, pese a que se divorció para optar a la Presidencia.
En esta ocasión tuvo un accidentado trayecto para llegar a la elección presidencial, luego de que peleó voto a voto con el candidato favorito de todas las encuestas, el magnate y político populista Manuel Baldizón.
La reñida disputa de la elección del 6 de septiembre pasado se definió hasta que se completó el conteo de votos, y al final venció por menos de un punto a Baldizón, quien militó en forma breve en la UNE hasta que renunció en 2011 para postularse por su propio partido.
La candidata aclaró que si era necesario recurriría a alianzas políticas para asegurar su triunfo en la segunda vuelta electoral por la Presidencia, a efectuarse mañana domingo, pero nunca y bajo ninguna circunstancia negociaría con Baldizón.
Las elecciones generales del 6 de septiembre pasado en Guatemala tuvieron una asistencia histórica de 70.3 por ciento del padrón, luego de que una crisis política amenazó la realización de los comicios.
Grupos sociales exigían que se postergaran -hasta aprobar reformas que depurarán a los políticos deshonestos-, a raíz de que se descubrieron graves casos de corrupción en el gobierno del presidente Otto Pérez Molina.
Torres Casanova es fundadora, junto con Colom, de la UNE que surgió en 2002 y seis años después llegó al poder. Desde el 2013 es secretaria general del partido.
En el gobierno de su ex marido, con quien mantiene una relación familiar y política estrecha, encabezó la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia.
Desde esa posición, alejada de la “figura decorativa y del protocolo” de primera dama de la nación, fue baluarte de la política social del gobierno, que integró en el llamado Consejo de Cohesión Social (CCS).
La serie de medidas de apoyo a la población en pobreza y pobreza extrema, decididas y ejecutadas por la entonces esposa del presidente, tuvo un presupuesto significativo asignado por el gobierno.
La ahora aspirante presidencial se dedicó de lleno a la estrategia CCS del gobierno de la “solidaridad”, como llamaba el presidente Colom a su gestión en favor de los pobres (más del 65 por ciento de los casi 16 millones de habitantes).
La iniciativa incluía programas como Mi familia Progresa, Comedores Solidarios, Bolsas Solidarias, Escuelas Abiertas, entre otros, que se hacían llegar a la población más desposeída.
Torres Casanova dirigió la estrategia central de la política social del gobierno que benefició a más de 700 mil familias en extrema pobreza, una población “abandonada” que no mereció la atención prioritaria de administraciones anteriores, según Colom.
La oposición, encabezada por los entonces diputados Pérez Molina y Roxana Baldetti, fundadores y dirigentes máximos del Partido Patriota (PP), cuestionó los “supuestos buenos resultados” de la política social del gobierno de Colom.
De manera recurrente acusaron de corrupción y demandaron sin éxito a la entonces primera dama, por manejar el presupuesto de Cohesión Social “sin dar cuentas a nadie”, “utilizarlo con fines electorales” y disponer de fondos públicos sin ser funcionaria.
De acuerdo con sus detractores, el PP, el principal partido de oposición, Torres Casanova se aprovechaba del programa Cohesión Social para obtener el voto de los pobres para una eventual postulación presidencial en los comicios del 2011.
En su campaña política y como presidente, Pérez Molina aclaró que mantendría los programas sociales, es decir acciones como las transferencias monetarias, comedores, bolsas de alimentos, que eran recibidos por la población más vulnerable.
Pérez Molina, que sucedió al presidente Colom, se comprometió a institucionalizar los programas sociales –básicamente los del CCS- y creó en este gobierno el Ministerio de Desarrollo Social para “transparentar y optimizar” los recursos de la política social.
Baldetti, enemiga política jurada de Torres Casanova, está en prisión acusada de corrupción, mientras que el presidente Pérez Molina renunció al cargo el 3 de septiembre pasado.
El ex presidente Pérez Molina, cuyo mandato debía terminar el 14 de enero de 2016, se encuentra en prisión provisional al enfrentar a la justicia por el mismo caso de su ex vicepresidenta.
En tanto, Torres Casanova se prepara para disputar la segunda ronda electoral por la Presidencia de Guatemala para el período 2016-2020 y vencer a Jimmy Morales, quien se impuso de manera contundente en los comicios generales del 6 de septiembre pasado.
El sorpresivo ganador de la elección presidencial –en primera vuelta- se constituye en el gran obstáculo a vencer para que, por primera vez en la historia de Guatemala, una mujer asuma la primera magistratura de la nación. ||Notimex||
/parg
