Un café al mediodía acompaña la charla: “Los jazzistas mexicanos deben arriesgarse y salir al extranjero en busca de proyección y fogueo”, dice Tino Contreras, “de lo contrario, no trascienden”.
Tiene 95 años de edad, pues nació el 3 de abril de 1924, y se mantiene activo, lúcido, tan campante, compone y toca la batería nivel dios. Sus dedos y sus manos son auténticas máquinas de hacer ritmo; su alma, una fábrica de hacer música.
El próximo 14 de agosto presentará en Bellas Artes su nuevo disco, el número 56 en su larga y brillante trayectoria artística que ya dura 76 años, 66 de ellos dedicados al jazz y, “apenas estoy empezando, descubriendo otras cosas”, apuntay se ríe socarrón, su mirada detrás de sus imprescindibles anteojos y una gorra sobre la cabeza.
Prolífico e incansable como pocos, el precursor del jazz en México que escandalizó al mundo presentando la misa en jazz en los años 60, bautizó este nuevo álbum con el nombre Los jardines de la Fonoteca. Y es que ahí en esa casa de músicalo grabó, se mezcló y fue producido por la misma. Uno de los 13 temas nuevos que integran este CD lleva precisamente ese título.
“Pero, además –agrega Mónica Blues, la esposa del icónico músico chihuahuense que, como el café, acompaña la charla--, incluirá otros tres temas a manera de bonus track”.
Mónica es la enciclopedia viviente de Tino Contreras. Apunta que Los jardines de la Fonoteca será una de las dos producciones discográficas que su marido lanzará este año. La otra es la versión remasterizada de El quinto Sol que aparecerá en Inglaterra en noviembre próximo.
“El quinto Sol es un álbum de 1973. Subí a la cima de las pirámides de Teotihuacán ¡a la una de la mañana!, para inspirarme, previa autorización de las autoridades de Antropología”, recordó el también pianista, trompetista y cantante haciendo gala de prodigiosa memoria.
Pero, hay más datos. La Fonoteca Nacional está ubicada en Coyoacán, ocupa la magnífica finca donde vivió el poeta Octavio Paz los últimos años de su existencia. Mónica considera que Tino Contreras tiene un acervo de 2 mil composiciones, de las cuales ha grabado 260.
CHIHUAHUENSE ILUSTRE
Luego se enorgullece Tino al decir que en Chihuahua/capital develarán un busto suyo en el parque El Palomar, el cual quedará ubicado junto al del actor internacional Anthony Quinn, otro chihuahuense ilustre.
Ante la pregunta ¿qué pasa con el jazz en México?, Tino responde que los jazzistas en nuestro país tienen que ser compositores para crear cosas nuevas y no caer en la zona de confort, limitándose a tocar lo clásico que llega de Estados Unidos; pero, sobre todo, afirma, “el jazzista debe vivir, comer y dormir con el jazz y salir al extranjero a partirse la madre”.
Tino, quien alternó con las grandes estrellas del jazz como Duke Ellington, CountBasie, Benny Goodman y Louis Hayes, fue elogiado por el mismísimo Gene Krupa, considerado el mejor baterista de todos los tiempos. Tiene una decena de discos que siguen sonando en Europa, sobre todo en España, Francia, Inglaterra y Alemania. Grecia y Turquía también lo vieron triunfar y lo arroparon con atronadores aplausos.