La puesta en escena Viaje a ciegas, es un montaje en el que realmente no se ve nada, pues se desarrolla en una oscuridad total a fin de agudizar los otros sentidos.
Desde Argentina, llegó a México esta obra a cargo de la compañía Teatro Ciego, cuyo lema es Lo que ves, cuando no ves, bajo la dirección de Facundo Bogarín, y ofreció dos funciones en el Centro Nacional de las Artes (Cenart) al sur de la ciudad, como parte de la programación del festival Luces de invierno.
Viaje a ciegas, autoría de Martín Bondone, se desarrolla en un típico bar de Buenos Aires en alguna época pasada, donde diferentes personajes rememoran sus mejores anécdotas, sobre todo sus inolvidables historias de amor, aunque también de desamor.
Con música en vivo a ritmo de tango, uno viaja a Argentina donde conocerá las historias de los diversos personajes, a través de simpáticos relatos con el acento típicamente porteño, que generan momentos únicos en los que cada uno de los testimonios es un viaje imaginario en el tiempo y el espacio.
Desde el inicio, los espectadores se enfrentan a una dinámica teatral totalmente diferente, pues para disfrutar de la obra deben ingresar en pequeños grupos tomados de los hombros.
Y es que el objetivo es generar la interacción con los asistentes mediante una dinámica de juego y de un interesante descubrimiento de diferentes situaciones, a través del uso de otros sentidos como el oído, el olfato y el tacto.
Los estímulos no visuales, aromas y sonidos especialmente diseñados para esta puesta en escena, transcurren en distintos escenarios, logrando que el público se traslade por todo el mundo gracias a su imaginación.
Para hacer más vívidos estos momentos, Teatro a Ciegas genera atmósferas únicas, no sólo a través de los relatos, sino con sonidos envolventes, gotas de lluvia, roces de animales salvajes, vientos y aromas especiales.