Huelva.- Con reproducciones de “La niña”, “La pinta” y “La Santa María”, el Muelle de las Carabelas, a unos kilómetros de Huelva, evoca los viajes de Cristóbal Colón, el descubrimiento de América y el inicio de una intensa época histórica.
Miles de visitantes pueden ver en el sureño puerto de Palos de la Frontera el trío e embarcaciones que participaron en el primer viaje colombino, en réplicas construidas en 1992, cuando se conmemoró el Quinto Centenario del descubrimiento.
Ubicadas en una dársena semicircular, las naves llaman a los visitantes a sentir los viajes de Colón y conocer sus entrañas, bodegas y camarotes, incluido el del almirante en la Santa María, con una imagen suya revisando mapas y escribiendo.
Aunque el rigor histórico es en líneas generales incuestionable para facilitar el acceso a los visitantes, “La Pinta” tiene una pequeña variación que no se corresponde con las fuentes: un acceso en forma de escalera al barco, que en realidad no existía.
Antes de cumplirse los 500 años del descubrimiento de América, el Estado español llevó a cabo un proyecto científico, cultural, educativo, económico y social con dos objetivos fundamentales.
El primero de ellos era repetir el primer viaje colombino, reproduciendo fielmente la ruta seguida por los marinos españoles de agosto a octubre de 1492.
El segundo, potenciar la investigación sobre las naves descubridoras, así como avanzar en los conocimientos de la construcción naval, la navegación y la vida cotidiana de los hombres de la mar en los siglos XV y XVI.
En 1983 comenzaron los trabajos de investigación sobre estas naves, para proceder a su recreación y volver a navegar sobre la estela de sus homónimas, que partieron el 3 de agosto de 1492 desde Palos de la Frontera por deseo expreso de los Reyes Católicos Isabel y Fernando.
Para llevar a cabo la construcción de las réplicas, la Sociedad Estatal Quinto Centenario, en colaboración con la Armada Española, encargó la dirección del proyecto al Instituto de Historia y Cultura Naval.
Un equipo de especialistas del organismo hizo un acopio de los estudios existentes, analizándolos a fondo y contrastándolos con los avances producidos a lo largo de los años, en la investigación sobre construcción y diseño naval en la época de los descubrimientos.
Se trabajó con proyectos de los investigadores Monleón y Fernández Duro, D'Albertis, Guillén Tato, Anderson, Etayo y Martínez Hidalgo, considerados los de mayor rigor histórico en su momento.
Elegidas las tripulaciones y seleccionados los mandos y oficiales de cada una, el 3 de agosto de 1990 las carabelas iniciaron en Palos de la Frontera una travesía por puertos españoles y europeos, para finalizar en la Exposición Universal de Sevilla de 1992.
Para culminar con los objetivos previstos, la Sociedad Estatal Quinto Centenario llegó a un acuerdo con la Diputación Provincial de Huelva para varar definitivamente estas naves en el puerto, no sólo por ser el origen sino por ser el lugar de tal efemérides.
Nacieron para navegar, vivieron navegando y debían seguir, para ejemplo y conocimiento de generaciones futuras en el mar, en su mundo, meciéndose sobre las olas de las aguas de sus ríos Tinto y Odiel, cuna de la hazaña atlántica. || Notimex
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