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La semana pasada se inauguró la más reciente exposición de Juan José Díaz Infante en el Museo Casa Diego Rivera de la ciudad de Guanajuato, y estará abierta hasta septiembre de este año. Juan Ángel Navarro hizo la selección de las imágenes y escogió cuatro diarios de viaje, cuatro videos y 160 obras fotográficas del autor.
A Juan José lo conozco desde hace más de una década, cuando lo retraté para la revista francesa Paris Match, así nos conocimos y desde entonces forjamos una lúdica amistad, siempre vinculada a la imagen, a la innovación y la locura.
"Sin Rumbo, diarios de viaje, es una muestra de fotografía impresa, una acción, es un experimento social, es un regreso a los básicos. Esta serie de fotografías son unas tarjetas postales íntimas, trabajadas en sus sombras y sus luces, todas pertenecen a los viajes de Díaz Infante con su cámara. La idea es encontrar un momento preciso, de luz o de color.” así lo describe Ángel Navarro, el curador de la muestra.
La imagen que encabeza esta columna le da titulo a su serie, y fue tomada en Turquía en 2013, se trata de un globo en medio de la nada sobre un paisaje desértico. Esta imagen refleja perfecto la idea del “No” rumbo. Para todos los que alguna vez hemos volado en globo, sabemos que es ingobernable, estás a merced del viento y tus únicas opciones son subir o bajar, pero resulta imposible darle rumbo a ese artefacto.
Lo que me encanta de esta imagen, es la sensación del objeto que nos transmite puntual el concepto de “flotar” en el aire, casi de manera estática. ¿Cuántos de nosotros no hemos vivido sin rumbo por algunas temporadas?
El curador lo describe perfecto: “Juan José Díaz Infante es un fotógrafo profesional desde 1982 que inicia su carrera transdisciplinaria con el grupo Música de Cámara, haciendo conciertos fotográficos, un fenómeno de fotografía experimental mexicana cuando no existía la "fotografía experimental" como horizonte del movimiento fotográfico de Latinoamérica”. Y es verdad, es un pionero en la materia. También es poeta y constructor de satélites.
Freya Stark decía: “Despertar en soledad en un pueblo extraño es una de las sensaciones más placenteras de este mundo”. Y sí, para los apasionados del viaje y la aventura, nada te pone la piel más chinita que descubrir una nueva ciudad, un nuevo paisaje, gente extraña y culturas distintas.
Juan José Díaz Infante, (1961). Es un experto en imagen, tecnologías y cultura. Su trabajo tiene que ver con experimentación a todo nivel, uso de nuevas tecnologías, cabildeo, diseño. Ha trabajado proyectos de contenido, redes sociales, internet, radio, televisión e impresos. Es incansable y se aburre fácil.
Hijo de un notable arquitecto mexicano, su gusto por el arte y lo curioso de su mirada le son naturales. Díaz Infante también hizo la curaduría y exposición de “Las Pieles del Espacio” inaugurada en 2015 en Bellas Artes. Exposición en referencia a la obra de su padre el arquitecto Juan José Díaz Infante Núñez. Estudió fotografía en California y la ha ejercido desde hace más de 30 años.
Así presenta Díaz Infante la esencia de esta última expo: “Las fotografías también pueden ser códigos, mensajes en la botella, orden rearmado. 'Yo existo' es la frase de un grafiti en Paris.” Y esa es la narrativa central de su obra, sus códigos visuales son originales, su mensaje es complejo, y sin embargo él le da orden a su propio caos.
Juan José es un artista multidisciplinario, libre y sin límites. En los últimos años se ha obsesionado con poner satélites interactivos en el espacio. Su último proyecto llamado ULISES I es el satélite número 17 que México ha lanzado al espacio. Y es el primer satélite ciudadano o nano satélite lanzado desde México. De igual manera es histórico el hecho de ser un proyecto artístico y sonoro. El proyecto sigue vivo y evolucionando en varias misiones espaciales.
Así las cosas, si este verano van al Bajío, no se pierdan la expo en la bella ciudad de Guanajuato. Saldrán de ahí con una nueva mirada.
