POR ALEJANDRO ALFARO
Primero fue el campeón Tigres, ahora el subcampeón América.Tal parece que Chiapas quiere convertir la cancha del VíctorManuel Reyna en un verdadero cementerio de elefantes.
Los tres puntos pendientes en disputa fueron para unos Jaguaresque se repusieron rápidamente del traspié y volvieron a dar ungolpe de autoridad. Lo hicieron en Toluca, contra los Tigres yanoche con las Águilas.
Los Azulcrema no encuentran regularidad. Dejaron escapar elchance de ponerse entre los primeros cinco del certamen yacumularon su tercera derrota en lo que va del Clausura 2017. Elbalance hasta hoy es negativo para los dirigidos por Ricardo LaVolpe.
Cabe resaltar que Moisés Muñoz cumplió. Festejó el triunfo yde paso, colgó el cero ante su exequipo, con lo que tuvo una nocheredonda para él y los suyos.
Turbulento y arrojado, Chiapas asumió la responsabilidad desalir a proponer el partido. Su necesidad de puntos y el seranfitrión de las Águilas lo hicieron tomar ese rol de maneraintensa. Sus intentos siempre terminaron cortados por ladefensa.
Por su parte, los azulcremas supieron ser cautos y resistir losprimeros instantes de embates chiapanecos para bajar los decibelescon el correr de los minutos e iniciar a llevar las acciones a suritmo, adueñándose así de la pelota y con el juego cargado pocoa poco al terreno jaguar.
Pese a esto, las aproximaciones de los de Coapa fueron tibias ycontroladas sin mayor dificultad por Moisés Muñoz, el jugador queatrajo la atención de propios y extraños por su reencuentro conAmérica tras su comentada salida de la institución.
El despertar de Chiapas vino poco antes de irse al descanso, yaque Fabbro y Arizala obligaron a que Marchesín se exigiera almáximo. Primero un mano a mano entre argentinos que el“Titán” resolvió con un rápido achique que provocó que lapelota se estrellara en su cuerpo, pero en el rebote, la jugadasiguió en poder de los locales, que cerca se quedaron de abrir elmarcador con un disparo de Franco que picó peligrosamente y tuvoque forzar al meta crema a estirarse para desviar.
El complemento trajo consigo las intenciones de los entrenadorespor llevarse los tres puntos. Sergio Bueno echó mano de MateusGoncalves y el “Hobbit” Bermúdez, mientras que La Volpe hizolo propio al mandar al campo a Darwin Quintero. Era cuestión detiempo para que el partido se rompiera.
La explosión finalmente llegó. Lo hizo Jonathan Fabbro con undisparo potente y colocado desde fuera del área que ahora sívenció a Marchesín. El festejo fue una explosión de júbilo quehizo sentir a los chiapanecos la cercanía con un resultado deoro.
Con el tanto naranja, Chiapas le cedió la estafeta de laurgencia a un América que de inmediato se fue con todo paraencontrar la forma de dar alcance en el electrónico. Peralta lointentó, William probó de fuera del área, Samudio lo buscó porizquierda, pero fueron improductivos sus remates al arco deMoi.
La cereza en el pastel de Chiapas la puso Marcelo Estigarribia,quien se estrenó en una gran jugada individual con que coronó aleludir a “Marche” y sutilmente mandar a guardar la de gajos,2-0 y a celebrar con un cálido abrazo junto a sus compañeros.
