Consiguió las faenas del Serial
Miguel Ángel García
FOTOS: ALEJANDRO VILLA
ANTES que nada, un aplauso de pie para los toreros que la tardede ayer en la Plaza México. Les plantaron cara a los imponentestoros de San Marcos; pese su escaso rodaje supieron los tressolventaron las papeletas, cada uno con los alcances que tuvo.
Técnicamente no hubo triunfador. En teoría es Juan Luis Silisel virtual ganador, ya que además de haber cortado una oreja en suprimera actuación, es el consiguió estructurar dos faenas de altogrado, de buen corte y bien medidas. Silis se anotó como el toreroque puede caminar y aprovechar cabalmente las diez corridas detoros y el puesto en la próxima Temporada Grande que ofrecióTauroPlaza México. El resultado será dado a conocer mañana porel matador Mario Zulaica. REMENDÓ EL ENCIERRO
Se lidió un encierro de San Marcos, propiedad de Marcos GarcíaVivanco, sumamente imponentes de lámina y con las complicacionesque da la edad. Eran unos señores toros; sobresalió el sexto,Salsero, que tuvo mayor nobleza, recorrido y calidad. Para elpicador fueron regulares. En segundo lugar salió uno deValparaíso, débil con su punto de calidad.
INDICADO
Silis regresó para culminar su propósito. Saludó con lancesde calidad al astado de impresionante catadura. Y bueno, el señortoro habló y organizó el tercio de banderillas, tan así que losbanderilleros se convirtieron en "rejoneadores". En el inicio conla muleta el torero se dobló poderosamente para ahormar más lacabeza del impresionante animal. No fue fácil este seriocompañero, pero Silis tiene lo suyo y sacó su pocaexperiencia.
Extrajo muletazos con el doble de mérito. Le extrajo pases aeste animal, una labor titánica. Juan Luis no se quedó con ganasde nada y arranco trazos por ambos lados del astado bajo intensasráfagas de viento que le pusieron más cuesta arriba las cosas.Finalmente, ligó pases de pitón a pitón para cazar hábilmente asu enemigo y sepultar casi entera la espada. Vino lo mejor de latarde con el cierra plaza. Más que lances lucidores se hizo deltoro con una brega excepcional. Nuevamente se dobló al inicio desu labor con muleta, para después comenzar a tejer series de buencalado por lado derecho. Y repitió la dosis con mayor impactoligando hasta ocho muletazos, dándose el lujo de rematar de unsoberbio desdén.
Creció la faena, las series y la emoción. Recreándose eltorero que daba respiro a su oponente entre tanda y tanda, sinahogarlo, consintiendo a su socio. Intentó por izquierda, pero elburel se quedó muy corto y volvió al pitón derecho paranuevamente terminar de exprimir los pases que tenía el de SanMarcos. Al irse tras la espada desapareció la fe del torero.Marcó un pinchazo horrible seguido de otro, para así perder loque hubiera sido una oreja de mucho peso. Salió al tercio, hastaahí bien ganado todo, pero se arrancó a dar la vuelta. Con todo yeso ahí queda la gran labor de Juan Luis, quien es por mucho eltorero que TauroPlaza México está buscando. BARBA Y MURILLO
Fabián Barba se guardó los lances de recibo y quites, todaidea y oportunidad se la guardó para el tercio de muleta, ya quesu primer socio no estaba para hacerle fiesta ni dudarle unsegundo. Fabián le plantó cara con firmeza, extrajo muletazos deun mérito sorpréndete, ya que el de San Marcos no tenía lafranqueza en su andar y no dejaba de mirar al torero, amén detraer la cabeza suelta. A base de estarle insistiendo y atacando,el socio comenzó a dar de sí y ante ello. Intentó arrimarse paraencelar al toro y demostrar que era suya la situación, pero Tango,le pegó un arropón del que Barba se salvó de milagro. Tras esteincidente mejor decidió cortar la labor. El hidrocálido puso elmayor condimento de una faena repleta de entrega y emoción.Aplausos y salió al tercio.
Barba tuvo la idea y empeño ante su segundo oponente. Elrompecabezas que le puso en la mesa su socio no fue nada sencillo.Y no le encontró la cuadratura por ningún lado. Complicado esteanimal. Mal con la espada.
Pepe Murillo, sin qué destacar más que una larga cambiada dehinojos en los saludos capoteros ante el primer astado de su lote,se topó ante la debilidad que dejó como primera impresión elsanmarqueño. Fue reservón su socio, no se animó por completo aembestir, pero cuando lo hizo el torero hilvanó una tanda alnatural de muy buena manufactura, lo mismo que por el pitónderecho, alargando el pase gracias a que el toro se desplazó delargo en esos instantes. Finalmente acusó esa debilidad ysucumbió. Mal con la espada el torero. Murillo salió con toda ladisposición en su segundo astado, al que recibió de gaonerasprecisas y en corto terreno. Con la muleta comenzó con buenasintenciones, luego la duda le comió terreno y ya no se sobrepuso ala exposición del toro. Mal matando.