Chiapas coqueteó con la victoria en Aguascalientes. Supo venirde atrás en un partido que perdía, lo remontó, y a diez minutosdel final, la fortuna le dijo que no de forma cruel, con un autogolde su capitán, 2-2 al final. EL JUEGO
Deseosos de resurgir, los Hidrorayos salieron a proponer elencuentro. Los primeros minutos tuvieron metidos en su propioterreno a un Jaguares que aceptó la dinámica y se paró con ordenen defensa para intentar meter algún latigazo que hicieradaño.
Si bien, los rojiblancos no fueron agobiantes de cara al áreade Muñoz, sí tuvieron pegada. Edson Puch logró abrir el marcadoren una jugada en la que Aguirre le puso un centro como con la manopara que se levantara y metiera un frentazo seco.
Pese a verse abajo en el marcador, Chiapas recordó que si algolo ha caracterizado este semestre es saber venir de atrás. Ya enel complemento, Luis Leal aprovechó que ningún defensahidrocálido se dio a la tarea de marcarlo, y cuando vio venir elcentro de Lucas Silva, únicamente tuvo que acomodar adecuadamenteel cuerpo y girar el cuello para vencer con su remate aBarovero.
Instantes después, Dieter Villalpando frotó la lámpara y semandó un golazo lleno de técnica individual. Tomó la de gajos alas afueras del área, levantó la vista, vio adelantado al“Trapito” y picó el esférico con precisión milimétrica paraque techara al meta rayo.
Con la ventaja, Chiapas tuvo la oportunidad de acrecentar sucuota goleadora y liquidar las acciones, pero Barovero lo impidió,le dio vida a su escuadra.
Justo antes de entrar a la recta final del cotejo, el infortuniollegó para los de la selva. En un centro de Puch que no llevabamayor peligro, el capitán Félix Araujo intentó cortarlo con lacabeza, al hacerlo, desvió la pelota hacia su propio arco sin queMuñoz o alguno de sus compañeros pudiera evitar su viaje alfondo.
Al final, Necaxa y Chiapas tuvieron que conformarse con un puntoque les supo a poco por lo que ambos se juegan.