De manera dramática, los Carneros derrotaron 41-39 a los 49ers de San Francisco, en un partido que ganaban con facilidad, pero que se complicó gracias a una reacción milagrosa de los Niners, que en el último cuarto se quedaron cerca de la remontada, pero una buena labor de la defensiva de Los Ángeles en la última serie evitó la gesta.
Poco a poco los Rams van encontrando la fórmula. Aquel equipo que batallaba para subir puntos al marcador ha quedado en el olvido. Los Carneros tienen opciones en zona roja que les permiten navegar tranquilos por el emparrillado, y aunque así como dan reciben, no les molesta entrar en esa dinámica porque regularmente tienen las de ganar.
El corredor Todd Gurley II fue el gran hombre de la noche, al conseguir tres anotaciones, dos por tierra y una por aire, y sumar un total de 112 yardas. Jared Goff también jugó un partido prácticamente perfecto, al pasar para 292 yardas, con tres pases de TD y libre de intercepciones. El receptor Sammy Watkins se sumó a la fiesta con dos recepciones en la zona prometida.
La noche no empezó bien para San Francisco. Recién en la primera jugada Brian Hoyer fue interceptado, sin embargo, los de Shanahan lograron meterle presión a los Rams con una buena segunda mitad, en la que la conexión Hoyer-Garcon dio al fin sus frutos, y fue fundamental para tener uno de esos cierres vibrantes, donde se dio de todo.
Como es costumbre, esa clase de finales como el que se vivió en Santa Clara no se puede dar sin su buena dosis de milagro. Luego de un punto extra fallado por parte del pateador Robbie Gould, los 49ers recuperaron el balón tras un inoportuno fumble de Los Ángeles, se pusieron a tan solo dos puntos, y después recuperaron una patada corta para quedar a un paso de la victoria, pero la defensiva de los Rams sacó la casta a la hora buena para frenar el ímpetu.
Los Carneros sufrieron pero finalmente se llevaron la victoria en casa de lo 49ers. La temporada marcha y su récord es de 2-1, mientras que San Francisco aún no sabe lo que es ganar.
