En 2010, la firma alemana presentó un vehículo cuyo diseño rompió con lo establecido dentro de los patrones de Audi: un enorme sedán con una prolongada caída coupé, que combinaba lo elegante con lo deportivo, sin que ninguno de estos conceptos se sobrepusiera en la ejecución.
Dicha caída coupé se convirtió de inmediato en el principal rasgo de identidad de este modelo, y que en esta segunda generación se mantiene igual de atractivo, aunque adaptándose al nuevo lenguaje de diseño de Audi.
La carrocería de casi cinco metros de largo, 1.90 de ancho y 1.39 de alto del nuevo A7 Sportback está montado en la misma plataforma que sus hermanos A6 y A8, lo que significa que tenemos aluminio para hacerla más ligera y aceros de ultra alta resistencia en puntos clave para proteger a los ocupantes en caso de un impacto.
El carácter del vehículo está definido por los trazos, tanto en el frente como en las vistas laterales, las cuales cobran mayor protagonismo al llegar a la parte frontal, donde salta a la vista la enorme parrilla, las tomas de aire laterales y los faros con tecnología Matrix LED, cuyos puntos luminosos se encienden y apagan para no deslumbrar al resto de los conductores.
El interior del vehículo es indiscutiblemente Audi, no sólo por los acabados de lujo o el confort que ofrece cada uno de los asientos, inclusive en la segunda fila de asientos en donde el techo se reduce por su caída, la cual nace prácticamente desde el poste B hasta la cajuela, sino por el nivel de tecnología y equipamiento que ostenta la variante Elite que estamos manejando.
En este punto, cabe apuntar que la apertura de la cajuela con todo y el vidrio trasero, facilita mucho el acceso a esta zona para acomodar los objetos que se requieran trasladar en los 535 litros disponibles en esta zona.
El apartado tecnológico queda subrayado con las tres pantallas digitales del tablero: la del panel de instrumentos denominada Audi Virtual Cockpit, la del sistema de infoentretenimiento al centro del tablero, y una más por debajo que sirve para manipular las funciones del aire acondicionado y funciones de confort.
En movimiento nos llama la atención que, aunque no se trata de una variante tan radical como lo representan los vehículos de Audi con el apellido RS, lo cierto es que su desempeño es completamente deportivo, pues basta un ligero toque del pie con el acelerador para que la respuesta del tren motriz te avise que las cosas se pueden poner serias.
Las cerca de dos toneladas que pesa el A7 Sportback rápidamente desaparecen cuando los 340 caballos de fuerza que produce el motor V6 3.0 litros turbocargado salen a pasear, empujando con total solvencia las cuatro ruedas del vehículo a través del sistema de tracción integral quattro, pasando por una transmisión automática de siete velocidades.
El retraso del turbo se ha reducido al mínimo gracias a que los ingenieros de la firma alemana instalaron un sistema mild-hybrid, el cual suma la fuerza de un pequeño motor eléctrico al propulsor de combustión interna por medio de una banda, el cual no sólo mejora el desempeño, sino que puede significar un ahorro de combustible.
Con todas estas tecnologías, además de que el A7 puede acelerar de cero a 100 km/h en 5.2 segundos y alcanzar una velocidad máxima limitada electrónicamente de 250 km/h, tiene todos los beneficios de un vehículo híbrido en nuestro país, lo cual lo hace más atractivo para la compra, sobre todo en nuestra ciudad, donde las contingencias ambientales están a la orden del día.
FICHA TÉCNICA
- MOTOR V6 3.0l
- POTENCIA 340 Hp
- TORQUE 500 Nm
- TRANSMISIÓN Stronic 7 vel.
- PRECIO DESDE $1,299,900
Destacados
- 250 km/h velocidad máxima