Cuando estás de pie frente a un vehículo de la talla del e-tron, es imposible no sentirse le protagonista de una película de ciencia ficción. Y es que su espectacular diseño, su tamaño, proporciones y tecnología, lo convierten en un SUV muy atractivo, con el extra de que ahora se ofrece en la variante Sportback, un elemento de diseño que incorpora una prolongada caída del techo tipo coupé, la cual inicia prácticamente desde el poste A y termina hasta la cajuela.
Desde luego existen elementos que acentúan aún más el exterior, más propio de un concept car que de un vehículo de producción en serie, como la enorme parrilla Single Frame en la parte frontal, cuyas ventilas activas sirven para enviar aire fresco a las baterías, así como los estilizados faros con tecnología Matrix LED.
Tanto en el cofre como en las vistas laterales, las líneas de carácter son muy marcadas, mientras que a su postura robusta suma el juego de rines de aleación de 21 pulgadas. El interior es un pase directo a la modernidad, pues el tablero da espacio para tres pantallas, una destinada al panel de instrumentos, una más de 10.1 pulgadas para el sistema de infoentretenimiento, y una tercera de 8.6 pulgadas destinada a las funciones de confort.
No obstante, en el vehículo que tuvimos a prueba, se encuentran dos pantallas adicionales, ubicadas en la parte superior de los paneles de las puertas, las cuales muestran la imagen que recogen las cámaras ubicadas en el exterior y a la altura de los tradicionales espejos retrovisores, para cumplir con esta misión, un equipamiento que el cliente puede elegir de manera opcional.
A esto se suman los asientos deportivos forrado en piel con ajuste eléctrico, memoria, calefacción y ventilación, aire acondicionado automático de 4 zonas y muchos más elementos de confort que parecen de una época adelantada.
Siendo honestos, al principio cuesta trabajo adaptarse a esta tecnología, pero una vez que te acostumbras, resulta muy útil.
Para ponerse en movimiento, el Audi e-tron Sportback equipa dos motores-generadores eléctricos, uno en cada eje, que generan una potencia total de 408 caballos de fuerza y 489 libras-pie de torque a las cuatro ruedas.
La batería que alimenta estos propulsores es de 95 kWh de capacidad, y le otorgan una autonomía por recarga de hasta 446 kilómetros. Al ser un vehículo eléctrico, la respuesta al pisar el acelerador es contundente, instantánea y silenciosa, y bastan 5.7 segundos para los 2,565 kilos de peso alcancen los 100 km/h, toda una experiencia que se vuelve divertida y adictiva.
Ficha Técnica
- Batería 95kW
- Potencia 408 hp
- Torque 489 lb-pie
- Transmisión eléctrica
Precio desde $2,019,900