Las siglas PHEV (Plug In Hybrid Electric Vehicle) colocadas en la Outlander denotan que se trata de un vehículo híbrido, pero con la cualidad de que la batería que alimenta los motores eléctricos no solo se cargan a través de los sistemas regenerativos con los que cuenta, como los frenos o al presionar las paletas ubicadas detrás del volante, sino que, además, se puede conectar a un cargador.
Esto se traduce en que tenemos un SUV que es mitad convencional y mitad eléctrico, lo mejor de ambos mundos, pero sin los puntos débiles de un auto completamente eléctrico en cuanto a autonomía y tiempo de recarga se refiere. De modo que la electricidad en un vehículo híbrido se puede emplear para mejorar la experiencia de manejo, tal y como sucede en esta camioneta.
No importa si nos desplazamos en una carretera secundaria con pendientes pronunciadas, con o sin equipaje, con o sin acompañantes; lo cierto es que la respuesta del tren motriz siempre es contundente cada vez que presionamos el pedal del acelerador, lo que le otorga a la Outlander híbrida una gran agilidad, pues la entrega de fuerza es prácticamente instantánea.
Esto es posible gracias a que la Outlander PHEV recurre a una fórmula en el tren motriz muy eficaz. De entrada porque recurre a un motor a gasolina de cuatro cilindros 2 litros atmosférico que genera 117 caballos de fuerza, y en segundo lugar porque a esta mecánica se suman dos propulsores eléctricos, uno en cada eje de 80 caballos de fuerza, los cuales son alimentados por una batería instalada al centro del piso del vehículo.
Esto se traduce en una potencia total del sistema de 197 caballos de fuerza, así como una autonomía de más de 600 kilómetros, con el tanque de gasolina lleno y las baterías recargadas al 100%. Sin embargo, al activar el modo eléctrico podemos gozar de una autonomía de más de 50 kilómetros, algo que resulta muy atractivo pues en trayectos diarios en ciudad menores a esta distancia no quemaremos ni una gota de combustible y no generaremos un sólo gramo de gases contaminantes.
Además, debido a la ubicación de la batería y de los dos motores eléctricos, no solo la calidad de marcha es estable en las curvas y en los tramos rápidos, esto por la adecuada distribución de pesos, sino que, además, tenemos una tracción total generada por esos dos motores eléctricos que aportan su fuerza en cada eje.
Estas cualidades, así como su altura libre al suelo de 19 centímetros y sus generosos ángulos de entrada y de salida, nos dieron toda la confianza para improvisar una ruta fuera del asfalto en la carretera federal de Puebla, locación que elegimos para esta prueba, y enfrentar algunos obstáculos que se presentaron en el camino.
Sin duda alguna disfrutamos de una camioneta que estéticamente es muy atractiva, cómoda sin importar el lugar en el que te acomodes y espaciosa en todos los sentidos, tanto para todos los ocupantes como para acomodar el equipaje en los cerca de 500 litros de volumen disponibles en la cajuela.
Además presume de una buena calidad en los materiales y ensambles y de un nivel de equipamiento extraordinario, encabezado por el sistema de infoentretenimiento, dotado con una pantalla táctil a color de siete pulgadas con conectividad Apple Car Play y Android Auto.
En cuanto a seguridad incluye detección de obstáculos, monitoreo de ángulo ciego, alerta de tráfico trasero, cámara de 360 grados y sensores de estacionamiento, entre muchos otros.
FICHA TÉCNICA
- Motor 2L, 4 cilindros
- Potencia de 117 hp
- Torque 137 lb-pie
- Transmisión Engrane de reducción una sola velocidad
Ficha Motores eléctricos
- Batería de litio de 80 modulos a 300 V
- Potencia 80/80 hp
- Torque 101 lb-pie
Precio $706,900
Destacados
- 54 Km rango de autonomía eléctrico
- 36.2 km / l rendimiento combinado
Tres tipos de carga
La carga rápida que toma 25 minutos en cargar hasta 80% la batería con una conexión CHAdeMO, una carga media en zona pública o en casa con instalación especial de 240 volts tarda 4 horas y una última que es la carga de casa con 120 volts y tarda 8 horas.
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