Incluido en todos los vehículos modernos, fue diseñado para llevar a cabo tareas muy específicas, tales como controlar y reducir la emisión de gases tóxicos a la atmósfera. Al mismo tiempo, este sistema sofisticado elimina los ruidos fuertes y perturbadores generados por el motor. Además de las funciones antes mencionadas, podemos destacar que el tubo de escape mejora el rendimiento del motor, ayuda a que baje la temperatura interna y modera la contaminación acústica y ambiental que se genera al manejar.