Con el paro por parte de los árbitros de la Liga MX nosolamente pierden los dueños de los equipos y los grandes emporiostelevisivos.
Existe una sub economía alrededor del futbol mexicano en la quese mueven miles de pesos y con la que subsisten cientos defamilias. En la situación actual del balompié nacional todospierden, a su escala, a su medida, pero todos pierden.
En un reciente estudio de la revista Forbes, calcularon que unaficionado gasta en promedio 200 pesos para asistir al estadio desu equipo preferido. Si esto lo multiplicamos por cinco integrantesde la familia o grupo de amigos que asisten a los juegos, hablamosde hasta mil pesos promedio sin contar los insumos que consumandentro y fuera del inmueble.
Elevemos la ecuación al número de asistentes por partido en elestadio Azteca. Para el América vs Necaxa que debía jugarse hoy,los rangos de precio iban desde 173 hasta mil 413 pesos. El Colosode Santa Úrsula ha registrado un promedio de entradas en esteClausura 2017 de 30 mil aficionados. Es decir, si esos 30 mil semultiplican por una media del costo de las entradas (300 pesos),hablamos de nueve millones de pesos solo por entradas.
A partir de ahí y si esos cinco integrantes de un grupo deamigos consumen dos cervezas cada uno son diez cervezas querepresentan 800 pesos. En las canchas en México lo que más seconsume es cerveza con todo y que dejan de venderla, regularmente,al minuto 55 de cada juego.