EL aire impacta su rostro. Su mirada apunta hacia el acantilado,pero él no le teme, al contrario lo ve como un reto que puededominar.
La cascada no es su enemiga. Aunado al kayak, el mexicano RafaelOrtiz se avienta para apaciguar esa pasión que tanto lo atrae.
No se trata de uno más. Rafa es el máximo representante deeste exótico deporte en nuestro país. Como mexicano no le teme anada. Su mentalidad de vida es la clave de su éxito.
“Morir exhausto es lo que siempre pienso, es como una fraseque me caracteriza y con la que me siento muy cómodo”, dice conel reto enfrente de sus ojos.
“Respiro y con mi mano derecha me salpico de agua la cara, losnervios se van fríos. Veo una vez más la línea de horizontehacia donde voy, pero clavo mi mirada. Las primeras remadas meembarcan a la corriente, dejo atrás las últimas oportunidades dedesertar y es ahí cuando mi remo se convierte en mi mejoramigo”, explica.
La experiencia le hace dictar sus vivencias. Rafa se siente unprivilegiado de lo que alcanza a visualizar mientras está sobre elkayak.
“Todo fluye con la misma lentitud. Llego a la caída y en elúltimo segundo alcanzo a ver todo el paisaje. La verdad es que eslo más hermoso que presenta la cascada antes de empezar a caer.Esos segundos se convierten en milésimas y entonces caigo, es algoque siempre intento describir pero no se parece ni un poco a lo queen realidad es”, remata con nostalgia en su mirada y excitaciónen sus palabras.