Las Águilas no tienen que preocuparse por la calculadora, rezaro depender de terceros para obtener su lugar en la fiesta. Si elAmérica vence a Tuzos la fase final llegará a Coapa. Así defácil. La llave para abrir las puertas de su onceava Liguillaconsecutiva la tienen ellos. El ambiente en El Nido para lograrloes el mejor. Pablo Aguilar es el más contento de todos. Elparaguayo recuperó la sonrisa luego de varios meses castigados ycon la incertidumbre de no saber su futuro.
La sentencia de Pablo fue reducida por el TAS de un año a sólodiez partidos y su regreso a las canchas se daría en lassemifinales del presente campeonato, si es que las Águilas avanzanhasta la antesala del título.
Aguilar pasó de estar alejado de sus compañeros a ser elcentro de atención y el encargado de iniciar las bromas. Pabloenseñó ya haber dejado atrás los días malos y en un movimientode lucha libre, levantó y giró a Gil Burón. Las risas de ambosfutbolistas contagiaron al resto de sus compañeros.
De esta forma alegre y excéntrica se prepara el paraguayo ytodo el cuadro azulcrema para encarar el cierre. Aguilar todavíano puede ayudar en el campo a sus compañeros, pero ya lo hace a lolejos, con su alegría y ocurrencias en el campo. ROMANO LA HACE DEPELÁEZ
Tras la salida de Ricardo Peláez del Nido azulcrema, PepeRomano tomó su lugar en los entrenamientos de las Águilas. Elpresidente operativo emplumado es ahora el encargado de observarlas prácticas de los americanistas. Antes de la salida de Peláez,el directivo pocas veces se observó en el campo principal deCoapa, ahora lo hace siempre.
Romano estuvo en la orilla de la cancha principal para despuéstomar asiento en las bancas que se encuentran en el lugar. Josépermaneció la mayor parte del entrenamiento.
Ricardo La Volpe se acercó a saludar a su presidente y luego sereunió con sus jugadores. De esta forma transcurren los días deRomano, ya sin la que fuera su mano derecha, Ricardo Peláez.