Matías Almeyda lleva a Chivas en la piel. Lodijo el propio técnico luego de conseguir el ansiadotítulo con el Rebaño el pasado domingo, tras vencer a los Tigresen una trepidante serie. El técnico argentino disfruta su momento.Sabe que ha levantado al gigante y ha construido bases sólidaspara el futuro. Guadalajara hoy tiene un plantel que puedemantenerse en lo más alto por varias temporadas, sinembargo, el “Pelado” es consciente que la principaltarea ya está hecha, y como hombre de futbol, nuevos retospodrían estar en su camino, retos que, sobra decirlo,estarían lejos de Verde Valle. No es nuevo el interés dealgunos clubes europeos en el trabajo de Matías.
Su excelente labor en River, y ahora en Guadalajara,han dado cuenta de la capacidad del argentino para trazarproyectos y cumplirlos con base en el trabajo. Desde hacemeses se conoce la intención equipos del viejo continente porllevarse al “Pelado”, situación que él dejó a un lado debidoal momento de las Chivas y la posibilidad de ganar untítulo que tiempo después se convirtió en realidad.
Almeyda sabe que está en un gran momento. Que departir ahora dejaría a las Chivas en lo más alto, y se iría comotodo un campeón para cumplir con nuevos retos, algo natural en lapersonalidad del hombre de futbol triunfador. Dirigir en Europa esun sueño para Matías. Nada nuevo. El estratega lo ha dejado clarodesde el comienzo.
Sin embargo, la nostalgia y el amor por los coloresrojiblancos podrían ser el argumento perfecto para que Almeydacontinúe al frente de Guadalajara. Con el campeonato en las manos,sabe bien que el futuro inmediato presenta retos gigantescos. Porejemplo, Chivas tendrá la posibilidad de disputar laConcachampions, situación que, en caso de ganarla, le abriría lavitrina del Mundial de Clubes, un sueño para todo entrenador.
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