Justo cuando parecía que Guadalajara se conformaría con unempate ante Puebla, un error garrafal e increíble de CristianCampestrini le permitió al Rebaño recuperar, al menos por unanoche, el liderato general del Clausura 2017, 3-2 final. ELJUEGO
Contra todos los pronósticos que lo ponían como víctimasegura en su visita a la cancha de Chivas, Puebla fue agresivodesde el inicio de las hostilidades. Con Canelo como su jugadormás insistente, los Camoteros lograron preocupar a la zagarojiblanca y al mismo Rodolfo Cota.
El cuadro de Almeyda intentó responder. Un par de tiros de AlanPulido desde fuera del área fueron la preocupaciones camotera.
Las amenazas poblanas del inicio del encuentro se vieronconsumadas con el primer tanto de la noche. Orrantía cedió paraun Federico González, quien únicamente tocó suave sobre lasalida del portero.
El desconcierto chiva fue notorio. Lejos de encontrar larespuesta al problema, sufrieron un segundo golpe cortesía deÉdgar Dueñas.
El descanso le vino bien a unas Chivas. Los ajustes de Almeydallegaron. Calderón y Pineda tuvieron como consecuencia un ataquemucho más dinámico y peligroso.
Las triangulaciones y conexiones rojiblancas no tardaron enaparecer. Carlos Fierro puso un servicio al espacio a Pulido, quiencon un gran gesto individual eludió su marca y mandó la de gajosa guardar para descontar el marcador.
El intento de resurgimiento rojiblanco se encontró un bachecuando el “Gallo” Vázquez se llevó el cartón rojo. Esto nomermó el vendaval del Rebaño. Una y otra vez, principalmente porel sector derecho, buscó desequilibrar y romper con la murallapoblana.
Por si La Franja no sufriera suficiente, Adrián Cortés tuvoque irse antes a bañar por doble amonestación.
Inmediatamente después, Fierro penetró por derecha, llegó alínea de fondo y metió un servició peligroso que Centurión, ensu intento de despejar, terminó por meter en su propio arco.Autogol que dejó frío a todo el equipo poblano.
Justo en el último suspiro del juego, una desconcentración deCampestrini le costó caro a Puebla. El arquero tenía la pelota ensus manos, la puso en el suelo sin darse cuenta que detrás suyoCarlos Fierro se avivó, lo despojó del esférico y consiguió eltanto del triunfo para unas Chivas que con eso, regresaron alprimer lugar general.