Hasta hace poco más de dos años, ser futbolista profesional parecía una broma para Hilary García. Nació en Saltillo, pero se fue a Monterrey para perseguir un sueño que, en ese entonces, no garantizaba nada. Pasó el tiempo y se convirtió en una pionera del futbol femenil profesional en México, al participar en la Copa MX, preámbulo de lo que sucedería sólo meses después. Inamovible en Rayados, ahora en Pumas. Hilary es una pieza fundamental dentro del esquema de Ileana Dávila para este torneo.
Desde el primer momento que pisó Cantera, supo lo que significaba el azul y oro. “Aquí llegas a ser Puma, y te debes sentir orgullosa. Tienes ese gran compromiso de que hay mucha historia que respalda a este club tan importante de México y que tengo la suerte de que me haya contratado para representarlo”, menciona la juvenil de 21 años. “Todo el compromiso es con el club, con la directiva y la afición que está increíble.
Aquí todos te exigen mucho y te piden entregarte en la cancha como ellos en la tribuna”, añade García. Aún recuerda cómo fue que se enteró de que el futbol femenil se quería profesionalizar y de cómo vivió la Copa MX Femenil.
Justo ahí disputó su primer clásico regio y también enfrentó a su nuevo equipo, las felinas del Pedregal.
Surgió la noticia de que se formaría la Liga y pensaba que era un chisme o un rumor. Antes, lo máximo era jugar a nivel universitario”, cuenta con nostalgia la volante de los Pumas en charla exclusiva con el Diario de los Deportistas.
“Hasta ese momento (la Copa MX), todas traíamos la ilusión de que se estaba cumpliendo nuestro sueño de una Liga o torneo para mujeres, ya con equipos profesionales establecidos. Desde ese entonces, hubo mucho crecimiento. Me tocó ser parte del mismo y pude ver cómo es diferente.
Ahora le dan mucha seriedad a esto y la competencia es mejor”, reconoce Hilary. Su salida de Rayadas sorprendió a todos, más porque en el último torneo sumó 695 minutos y marcó una anotación. Como parte del desarrollo de la liga Femenil, arribó a Pumas en un préstamo con opción a compra, situación que le ilusiona. Una de sus metas es lograr que Pumas compre sus derechos federativos para quedarse en la institución. “No es un secreto que los futbolistas no podemos estar casadas con un equipo, no porque no queramos, sino por cuestiones de directivas y diversos motivos.
Para mí, los retos son muy buenos. Me dijeron que venía a préstamo con opción a compra. Cuando me mencionaron a Pumas, dije que sí, porque es un equipo con gran historia y de los más grandes de México.
Me causó ilusión llegar aquí”, comenta la centrocampista que, comparte el medio campo con Diana García y Dania Padilla.
Hoy, Hilary García cambió su vida y su rutina por cumplir un sueño. Dejó las rayas por el azul y oro. Llegó a ser protagonista y líder dentro del campo, pese a su corta edad. En poco tiempo, llamó la atención por sus cualidades dentro del campo. Dependerá de ella y la suerte del equipo para que, dentro de un año, pueda ser auriazul de forma definitiva