La paupérrima exhibición de Estados Unidos le bastó para sacar el empate del Olímpico Metropolitano. No fue gracias a un juego propositivo, al contrario, todo se igualó al final por un error hondureño. Tras varios rebotes, Bobby Wood se vistió de héroe y marcó el tanto que significó la paridad definitiva, 1-1, ante Honduras. Los norteamericanos respiran, por ahora, tienen el boleto mundialista.
EL JUEGO
Al arranque, Estados Unidos fue superior. Con el control del esférico, Michael Bradley impuso condiciones en media cancha. El primer aviso lo generó Jordan Morris con un tiro cruzado que se fue muy desviado de la cabaña de catracha.
Para mala fortuna de Bruce Arena, esa acción tempranera fue todo lo que hizo su plantel. A partir de ahí, los centroamericanos agarraron confianza. La recompensa llegó ante tanta insistencia. Rommel Quioto ingresó con velocidad al área, y de derecha colocó el balón pegado al poste para sacudir las redes.
El resto del primer tiempo tuvo ritmo hondureño. Los de Jorge Luis Pinto se adueñaron del medio campo y contuvieron los tibios embates de las barras y las estrellas. El arquero Luis López estuvo atento cuando fue requerido. Al medio tiempo, la ventaja fue local.
Honduras no soltó a los gringos en el complemento. Demostró cómo debe jugarse un partido crucial.
Los centroamericanos pudieron extender la ventaja, pero desaprovecharon un par de opciones claras de gol en la recta final.
La “H” estuvo amparada por su garra, fuerza y empuje, mientras que Estados Unidos con una pobre versión que lo tuvo en la lona, que lo puso contra las cuerdas en más de 80 minutos.
Cuando todo parecía sentenciado, una jugada increíble modificó el guión del partido. Booby Wood se encontró con el balón tras una serie de rebotes y simplemente empujó la de gajos para decretar cifras definitivas.
Los estadounidenses apelaron a su heroísmo, sacaron el resultado pese a no merecerlo. El boleto Rusia 2018 está en sus manos y dependerá de ellos llegar a la Copa del Mundo.