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El velatorio público de Diego Armando Maradona finalizó luego de que se desataron disturbios en inmediaciones de la Casa Rosada tras la decisión de la policía de poner un límite al ingreso de aficionados a la sede del poder ejecutivo para despedir al "Dios" del futbol.
Aficionados invadieron los patios internos de la sede del gobierno de Argentina lo que obligó a trasladar el féretro a otro salón.
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El traslado del féretro se produjo justo después de que las autoridades anunciaran la extensión por tres horas del velorio del "10", que finalmente se suspendió.
En un principio se había programado un velatorio de 10 horas a pedido de la familia y ante la enorme afluencia de gente se resolvió extenderlo, sin embargo, los incidentes ocasionaron que cambiara esta decisión.
La municipalidad de San Miguel, donde está localizado el cementerio privado donde será inhumados los restos del campeón mundial de México-1986, advirtieron en un comunicado que el entierro será exclusivo para los familiares.
Indicaron en un comunicado que en los próximos días evaluarán organizar visitas en grupo abiertas al público.
En varias calles del centro de Buenos Aires, cerca de la sede gubernamental, la policía reprimió con balas de goma y gases lacrimógenos a grupos de aficionados que arrojaban botellas y piedras.
Los disturbios ocurrieron cuando la policía intentó poner un límite a la fila de personas cuando aún faltaban dos horas para que finalizara el velorio, según el horario previsto inicialmente.
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Los incidentes obligaron a una extensión del velorio por tres horas hasta las 19:00 horas local, pero la confusión contribuyó a alimentar los desbordes que la policía reprimió en forma desordenada, generando corridas generalizadas.
Muchas personas, creyendo que el cortejo fúnebre desfilaría sobre la Avenida 9 de Julio permanecieron en el lugar, pero fueron también reprimidos en un ambiente de caos generalizado que incluyó violentas reacciones contra la policía.
Imágenes de televisión mostraron heridos de bala de goma y detenidos, aunque no hay información oficial.
Pese al cierre de las puertas de la Casa Rosada, cientos de personas se amontonaron en la Plaza de Mayo y algunos se trepaban a las rejas que protegen la sede gubernamental, a la espera de la salida del cortejo fúnebre.
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