París. Osmar Olvera consiguió su segunda medalla en los Juegos Olímpicos de París 2024 en la Final de plataforma de tres metros y ya es la quinta para la delegación mexicana en la justa veraniega, al llevarse la presea de bronce, sólo detrás de la dupla china Zongyuan Wang y Siyi Xie (campeón del mundo)..
Alguna vez, el escritor Eduardo Galeano buscó explicar el valor de la utopía y lo inexplicable que supone aferrarse a algo que parece imposible. “La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos y ella se aleja dos pasos. Por mucho que camine nunca la alcanzaré. Entonces, ¿para qué sirve la utopía? Para eso sirve, para caminar”.
La idea funciona para expresar la carrera frenética que el clavadista Osmar Olvera ha emprendido con la firme idea de ganarle a los chinos, algo parecido a una utopía en los Juegos Olímpicos de París 2024, pero que ha llevado al mexicano a ganar la medalla de bronce y a acercarse, cada vez más, al gran sueño de su vida.
Cuenta su papá, el coach Olvera, que una vez, cuando tenía años, Osmar se acercó a él y le pidió tener una plática de hijo a padre. Entre los cientos de posibilidades que suponía la plática, todo se redujo a que Osmar quería irse a entrenar al CODE Jalisco. Si convencía a su mamá, prometía algún día ganarle a los chinos.
Aquella convicción ha potenciado su carrera a un ritmo vertiginoso. Osmar pasó de ser la joven promesa en Tokio 2020 a una realidad en París. La carga que esto supone solo puede soportarse por alguien destinado a hacerlo.
¿Quién ganó la medalla de oro y plata en plataforma de 3 metros individual de París 2024?
Osmar llegó a la prueba individual del trampolín de 3 metros impulsado por la plata que ganó junto a Juan Celaya en los sincronizados. El mexicano tuvo un inicio vertiginoso, con dos clavados que le permitieron seguirle el pulso a Siyi Xie y Zongyuan Wang.
Un tercer clavado ligeramente rodado, sin embargo, relegó al mexicano en esa lucha y de ver para arriba tuvo que voltear a ver el bronce. Las cosas de los clavados hicieron que inmediatamente un turno después, el británico Jack Laugher fallara su clavado y saliera por completo de la contienda. Osmar, entonces, conocido por ese fuego en la mirada que se prende cuando enfrenta la soledad del trampolín, retomó su rumbo.
El clavadista es conocido por su obsesión al trabajo, el tino de repetir infinitas veces un clavado hasta que salga. El mexicano reservó su mejor repertorio para el final. Los saltos con mayor grado de dificultad. Osmar remontó la desventaja que los chinos habían sacado y dos ejecuciones contundentes lo devolvieron a la pelea por u. Lugar más alto en el podio. En quinto salto, Olvera sumó un total de 98.80 unidades, una puntuación suficiente para enloquecer cualquier clasificación.
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Ya en el sexto, Osmar respiró hondo, mientras los gritos de México hacían de París su tierra. El mexicano. Un clavado de 93 unidades le aseguró el podio. Osmar lo sabía, por eso cuando salió del agua se abrazó con su entrenadora Ma Jin y volteó a ver a la grada, para levantar los brazos.
En su sueño de igualar o superar las cuatro medallas de Joaquín Capilla, Osmar ya lleva dos. Su edad, a sus 20 años, lo potencian como un clavadista histórico, aquel que camina y que pronto alcanzará.
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