/ miércoles 8 de mayo de 2019

Tiempo extra

Este fin de semana Saúl "Canelo" Álvarez obtuvo su tercer campeonato en la división de los medianos al superar por decisión al estadounidense Daniel Jacobs en Las Vegas, Nevada. Con ello, está a un sólo título de convertirse en el primer mexicano en ganar los 4 cinturones de los organismos más importantes en un mismo peso. Algo sin precedentes en la historia de nuestro pugilismo. Déjenme plasmarlo nuevamente: UN HITO QUE NINGÚN BOXEADOR MEXICANO HA LOGRADO.

Podrá caerte bien o mal el "Canelo" pero no hay forma de negar este extraordinario acontecimiento.

Sin embargo, leí y escuché, una constante este fin de semana:

-"Canelo" está sobrevalorado.

-"Canelo" es pésimo.

-"Canelo", un producto de la mercadotecnia.

-"Canelo" no le llega a los talones a las leyendas.

-"Canelo" nunca será el mejor.

Basta con poner en el buscador de tu red social favorita el nombre del "Canelo" y lo anterior es lo más decente que encontrarás.

Pero esto no es nuevo en nuestro país. Somos expertos en tomar a los mejores atletas aztecas y satanizar sus logros por el simple hecho de ser los mejores.

Desde “Chicharito” hasta Paola Longoria, no hay personaje que se salve de las incesantes embestidas de odio.

Una cosa es criticar con fundamento, otra es atacar por el simple gusto de hacerlo, y en México somos los indiscutibles campeones mundiales en lo segundo.

En nuestro país existen tantos problemas y carencias, que nos hemos convertido en seres llenos de resentimiento, coraje y envidia mal canalizada.

Dicho en sabias palabras de mi colega columnista Hugo Sánchez, "Somos cangrejos".

Esto quiere decir que en lugar de tomar los casos de éxito cómo ejemplos a seguir, preferimos descalificarlos al no poder ser como ellos. Es muy sencillo, en cualquier lugar del mundo si alguien sobresale en un ámbito, la mayoría de la gente conecta con su mejor versión para tratar de emularlos ya que anhelan convertirse en ellos.

En México, si alguna persona destaca en algo, la mayoría encuentra su peor "YoE "para tratar de destruirlos ya que renuncian a convertirse en ellos.

Ahí radica la gran diferencia.

Está claro que nuestra idiosincrasia es sumamente compleja por tener origen en la conquista, el encuentro de dos razas y una cultura impuesta por la fuerza.

Pero tenemos el potencial para ser un mejor país y el deporte no es la excepción.

Sin embargo tenemos que vernos en el espejo, aceptar nuestros defectos y errores, y decidirnos a cambiarlos.

¿Cuáles son?

Los estás pensando en este momento.

Este fin de semana Saúl "Canelo" Álvarez obtuvo su tercer campeonato en la división de los medianos al superar por decisión al estadounidense Daniel Jacobs en Las Vegas, Nevada. Con ello, está a un sólo título de convertirse en el primer mexicano en ganar los 4 cinturones de los organismos más importantes en un mismo peso. Algo sin precedentes en la historia de nuestro pugilismo. Déjenme plasmarlo nuevamente: UN HITO QUE NINGÚN BOXEADOR MEXICANO HA LOGRADO.

Podrá caerte bien o mal el "Canelo" pero no hay forma de negar este extraordinario acontecimiento.

Sin embargo, leí y escuché, una constante este fin de semana:

-"Canelo" está sobrevalorado.

-"Canelo" es pésimo.

-"Canelo", un producto de la mercadotecnia.

-"Canelo" no le llega a los talones a las leyendas.

-"Canelo" nunca será el mejor.

Basta con poner en el buscador de tu red social favorita el nombre del "Canelo" y lo anterior es lo más decente que encontrarás.

Pero esto no es nuevo en nuestro país. Somos expertos en tomar a los mejores atletas aztecas y satanizar sus logros por el simple hecho de ser los mejores.

Desde “Chicharito” hasta Paola Longoria, no hay personaje que se salve de las incesantes embestidas de odio.

Una cosa es criticar con fundamento, otra es atacar por el simple gusto de hacerlo, y en México somos los indiscutibles campeones mundiales en lo segundo.

En nuestro país existen tantos problemas y carencias, que nos hemos convertido en seres llenos de resentimiento, coraje y envidia mal canalizada.

Dicho en sabias palabras de mi colega columnista Hugo Sánchez, "Somos cangrejos".

Esto quiere decir que en lugar de tomar los casos de éxito cómo ejemplos a seguir, preferimos descalificarlos al no poder ser como ellos. Es muy sencillo, en cualquier lugar del mundo si alguien sobresale en un ámbito, la mayoría de la gente conecta con su mejor versión para tratar de emularlos ya que anhelan convertirse en ellos.

En México, si alguna persona destaca en algo, la mayoría encuentra su peor "YoE "para tratar de destruirlos ya que renuncian a convertirse en ellos.

Ahí radica la gran diferencia.

Está claro que nuestra idiosincrasia es sumamente compleja por tener origen en la conquista, el encuentro de dos razas y una cultura impuesta por la fuerza.

Pero tenemos el potencial para ser un mejor país y el deporte no es la excepción.

Sin embargo tenemos que vernos en el espejo, aceptar nuestros defectos y errores, y decidirnos a cambiarlos.

¿Cuáles son?

Los estás pensando en este momento.