El presidente ruso, Vladimir Putin, conocido por su amor a losanimales, se volvió a vestir la ropa de camuflaje, en estaocasión para poner en libertad en la estepa a una docena decaballos salvajes mongoles.
“Este es un caso único. En el planeta ya casi no quedan,prácticamente han desaparecido”, dijo Putin ante las cámaras detelevisión en una reserva natural en la región de Orenburg,limítrofe con Kazajistán.
Putin fue el encargado de atraer a los caballos con un cubo congrano para que abandonaran la jaula en la que vivían en cautividady se adentraran sin miedo en la reserva.
Los expertos temían que los seis caballos, en particular ellíder del rebaño fueran incapaces de vencer el miedo, perofinalmente, tras varios minutos de tensa espera, se internaron ensu nuevo hogar.
“Tengo la impresión, por el comportamiento de los caballos,de que, pese a todo, probablemente le hayan aceptado. Sin mostrarningún miedo, los animales se han acercado mucho”, dijo RafilBakírov, director de las reservas Orenburgski y Shaitán-Tau.
Putin, al que se le ha visto en público montando caballos enSiberia, reconoció que no esperaba que la diferencia entre losejemplares domésticos y salvajes fuera tan “grande”, cuando“hace 35 mil años tenían el mismo antepasado”.
Los especialistas destacaron que éste es el primer caso desuelta de caballos salvajes mongoles, ya que desde que estosdesaparecieron de su hábitat tradicional en las estepas de Rusia yAsia Central en 1969, solo pueden ser vistos en loszoológicos.
El jefe del Kremlin recordó que este no es el único programade recuperación de especies salvajes, ya que recientemente tuvolugar el retorno al Cáucaso ruso de tres ejemplares de leopardopersa nacidos en cautividad.
Desde que llegara el Kremlin, Putin ha participado en numerosasexpediciones para el cuidado de la fauna rusa, sea con tigres,leopardos, alces o grullas, a las que incluso “enseñó” amigrar en 2012 a bordo de un ala delta, siempre con ampliacobertura mediática.