/ domingo 26 de junio de 2016

Niños de la Franja de Gaza, 10 años de vida en la miseria

GAZA, Franja de Gaza. (EFE).- Cuando tres milicias de Gazacapturaron hace una década al cabo israelí Guilad Shalit en unaincursión transfronteriza, mil 500 niños nacían en la Franja,hoy tienen diez años y solo conocen la miseria como consecuenciade las restricciones y el bloqueo.

El pequeño Saleh al-Kheisi nacía en el barrio de al-Shuyaía,en el este de la Franja, en 2006, un año que supuso un punto deinflexión en la historia del conflicto palestino-israelí por lacaptura del soldado, liberado cinco años después en un canje deprisioneros entre Hamás e Israel, que excarceló a un millar depalestinos.

Hace una década Israel y la comunidad internacional iniciaronuna serie de restricciones al enclave palestino después de lavictoria electoral de los islamistas, que rechazaron reconocer losrequerimientos internacionales, situación que se agudizó tras lacaptura del uniformado israelí. Un año después, en 2007, elgrupo islamista Hamás se hizo con el control de facto de Gaza trasexpulsar a las fuerzas leales al presidente, Mahmud Abás, e Israelconsideró el enclave “entidad hostil”, cerró los pasosfronterizos e impuso un férreo bloqueo que ha sumido el enclave enla pobreza.

Al-Kheisi ha vivido tres guerras que le han dejado trastornospsicológicos como pesadillas e incontinencia urinaria.

“(Los israelíes) han destruido mi casa y mi habitación,quiero recuperar mis juguetes porque me gusta jugar” dice elmenor.

A finales de 2008 Israel lanzó la operación militar “Plomofundido”, en la que murieron alrededor de mil 500 palestinos y 13israelíes; en 2012 “Pilar Defensivo” acabó con 180 palestinosy 6 israelíes, y en 2014 “Margen protector” fue la másdevastadora y se cobró las vidas de 2 mil 200 palestinos y 73israelíes.

Todas las incursiones tuvieron como objetivo frenar el disparode cohetes por parte de milicias palestinas hacia suelo israelí, yla más reciente acabar además con una infraestructura de túnelesempleados con carácter ofensivo.

“En cada guerra he escapado de mi casa con mi esposa e hijos,nos quedábamos en casas de familiares y amigos cuando terminaba,volvíamos. En cada guerra nuestro hogar resultó dañado, pero enla última la casa fue completamente destruida”, relata el padrede Saleh, Amjad al-Kheisi.

El progenitor trabajaba hasta 2003 en el sector de laconstrucción en Israel, momento en el que las autoridadesisraelíes le dijeron que no trabajaría más con ellos por razonesde seguridad.

“Seguí trabajando en Gaza hasta el secuestro de GuiladShalit, después las fronteras y los cruces se cerraron y no sepermitió la entrada de materiales de construcción” añadeAmjad.

En los últimos años Israel ha aliviado ligeramente lasrestricciones tras presiones internacionales, aunque controla conespecial cautela la entrada de materiales de doble uso, es decir,que puedan servir para la construcción de túneles o armas.

Ami Shaked, director del cruce de Kerem Shalom, en el extremosur de Gaza con Israel, explica que la razón del aumento demercancías que entran a la Franja -800 camiones diarios- se debeal cierre de la frontera por parte de Egipto desde 2013.

“Ahora Israel controla el 100 por ciento de todo lo que entraa Gaza, nos guste o no”, explicó recientemente a un grupo deperiodistas internacionales.

El bloqueo que mantiene Israel, el cierre casi continuo de laterminal de Rafah, única frontera con Egipto, y las divisionesinternas palestinas agravan aún más la situación.

GAZA, Franja de Gaza. (EFE).- Cuando tres milicias de Gazacapturaron hace una década al cabo israelí Guilad Shalit en unaincursión transfronteriza, mil 500 niños nacían en la Franja,hoy tienen diez años y solo conocen la miseria como consecuenciade las restricciones y el bloqueo.

El pequeño Saleh al-Kheisi nacía en el barrio de al-Shuyaía,en el este de la Franja, en 2006, un año que supuso un punto deinflexión en la historia del conflicto palestino-israelí por lacaptura del soldado, liberado cinco años después en un canje deprisioneros entre Hamás e Israel, que excarceló a un millar depalestinos.

Hace una década Israel y la comunidad internacional iniciaronuna serie de restricciones al enclave palestino después de lavictoria electoral de los islamistas, que rechazaron reconocer losrequerimientos internacionales, situación que se agudizó tras lacaptura del uniformado israelí. Un año después, en 2007, elgrupo islamista Hamás se hizo con el control de facto de Gaza trasexpulsar a las fuerzas leales al presidente, Mahmud Abás, e Israelconsideró el enclave “entidad hostil”, cerró los pasosfronterizos e impuso un férreo bloqueo que ha sumido el enclave enla pobreza.

Al-Kheisi ha vivido tres guerras que le han dejado trastornospsicológicos como pesadillas e incontinencia urinaria.

“(Los israelíes) han destruido mi casa y mi habitación,quiero recuperar mis juguetes porque me gusta jugar” dice elmenor.

A finales de 2008 Israel lanzó la operación militar “Plomofundido”, en la que murieron alrededor de mil 500 palestinos y 13israelíes; en 2012 “Pilar Defensivo” acabó con 180 palestinosy 6 israelíes, y en 2014 “Margen protector” fue la másdevastadora y se cobró las vidas de 2 mil 200 palestinos y 73israelíes.

Todas las incursiones tuvieron como objetivo frenar el disparode cohetes por parte de milicias palestinas hacia suelo israelí, yla más reciente acabar además con una infraestructura de túnelesempleados con carácter ofensivo.

“En cada guerra he escapado de mi casa con mi esposa e hijos,nos quedábamos en casas de familiares y amigos cuando terminaba,volvíamos. En cada guerra nuestro hogar resultó dañado, pero enla última la casa fue completamente destruida”, relata el padrede Saleh, Amjad al-Kheisi.

El progenitor trabajaba hasta 2003 en el sector de laconstrucción en Israel, momento en el que las autoridadesisraelíes le dijeron que no trabajaría más con ellos por razonesde seguridad.

“Seguí trabajando en Gaza hasta el secuestro de GuiladShalit, después las fronteras y los cruces se cerraron y no sepermitió la entrada de materiales de construcción” añadeAmjad.

En los últimos años Israel ha aliviado ligeramente lasrestricciones tras presiones internacionales, aunque controla conespecial cautela la entrada de materiales de doble uso, es decir,que puedan servir para la construcción de túneles o armas.

Ami Shaked, director del cruce de Kerem Shalom, en el extremosur de Gaza con Israel, explica que la razón del aumento demercancías que entran a la Franja -800 camiones diarios- se debeal cierre de la frontera por parte de Egipto desde 2013.

“Ahora Israel controla el 100 por ciento de todo lo que entraa Gaza, nos guste o no”, explicó recientemente a un grupo deperiodistas internacionales.

El bloqueo que mantiene Israel, el cierre casi continuo de laterminal de Rafah, única frontera con Egipto, y las divisionesinternas palestinas agravan aún más la situación.

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