Corea del Sur estudia una ley que prohibiría a los jefes de lasempresas contactar a sus empleados fuera de sus horarios de trabajotras las numerosas quejas del desequilibrio existente entre la vidalaboral y la vida privada.
Doce diputados del principal partido de la oposición Minjoopresentaron una propuesta de ley en este sentido al Parlamento.
“Cada vez más empresas utilizan las redes sociales y lasaplicaciones de mensajería móvil para dar órdenes relativas altrabajo sea cual sea la hora y los empleados sufren altos nivelesde estrés”, explicaron en un comunicado.
La propuesta de ley quiere prohibir a las empresas enviarmensajes relacionados con el trabajo a sus empleados fuera de suhorario laboral a través del teléfono, redes sociales omensajerías móviles.
El documento cita en particular a KakaoTalk, una aplicaciónutilizada por alrededor de 80 por ciento de la poblaciónsurcoreana.
Los diputados denuncian que muchos empleados estánpermanentemente en guardia, incluso por la noche y durante susvacaciones.
“Cada vez más gente solicita el derecho a desconectardespués de sus horas de trabajo”, añaden, pidiendo que la vidaprivada de los empleados esté completamente alejada del mundolaboral.
El sistema surcoreano, con más de 80 por ciento de lapoblación en posesión de un teléfono inteligente y con unacultura del trabajo intensiva, favorece cualquier tipo de abuso,explican los defensores del cambio.
En 2014, los surcoreanos trabajaron 2 mil 124 horas anuales demedia, situándose segundo en el ránking de los países de laOrganización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) pordetrás de México, y superando en gran medida a la media mundialde mil 770 horas. “Sin fronteras claras”
Un reciente informe titulado “Los empleados que tienen miedode KakaoTalk” advierte que los trabajadores están obligados atrabajar hasta 11 horas suplementarias por semana a través de susaparatos electrónicos.
“Hemos llegado a un punto en el que trabajar el fin de semanao fuera del horario laboral, sin ser pagado, se convierte cada vezmás en la norma”, dice el informe.
“El uso de dispositivos inteligentes en el trabajo borra lasfronteras entre el trabajo y la vida familiar, impactandonegativamente sobre el equilibrio” entre las dos.
Los surcoreanos están contentos con los últimos avancestecnológicos, como el acceso a internet ultrarrápido ofrecido porlos teléfonos inteligentes de última generación.
Pero el amor por lo digital se paga y los teléfonos y tabletasse convierten en oficinas móviles durante todo el día.
No obstante, algunas compañías tomaron medidas unilateralespara conservar el carácter sagrado de las horas de comida.
LG Uplus, el tercer operador móvil de Corea del Sur, amenazócon despedir a los jefes que envíen mensajes KakaoTalk a sussubordinados después de las 20:00.
“Vamos a ayudar a nuestros equipos a aprovechar su vidapersonal por la tarde, lo que al final servirá para nutrir sucreatividad”, explicó el portavoz de la compañía BaekYong-Dae.
Los surcoreanos atribuyen el renacimiento económico de supaís, tras los destrozos de la guerra de Corea, a su tesón. Peroeste estilo de vida es blanco de las críticas desde hace unosaños y mucha gente denuncia el ritmo frenético de lasoficinas.