Como ocurre con la mayoría de obras de arte degalerías de todo el mundo, los visitantes no podían tocar “ElBeso”, el cuadro de Gustav Klimt, en el museo Belvedere deViena... hasta ahora.
Se presentó una versión tridimensional de esta obramaestra, con el fin de permitir a los invidentes que puedandisfrutar de este trabajo a través del tacto.
El “relieve táctil interactivo”, realizado conuna impresora 3D, permite poder tocar todos los detalles de estapieza creada en 1907-1908, explicó la institución. Klimt(1862-1968) realizó “El beso”, en el que se ve a una parejabesándose, utilizando pinturas y láminas de oro batido en el augede la “belle époque” de Viena.
La nueva reproducción, mucho más pequeña que eloriginal, también cuenta con sensores que activan comentarios deaudio a medida que se van deslizando los dedos sobre la obra.
“Queremos abrir un nuevo capítulo al haceraccesible el arte para los ciegos y las personas con discapacidadvisual”, destacó Rainer Delgado, de la Asociación alemana deCiegos y personas con deficiencias visuales (DBSV).
“Quizá en el futuro [ellos] tengan impresoras 3Den sus casas y puedan descargar archivos 3D de las páginas web delos museos”, declaró durante una rueda de prensa en la capitalaustriaca. El relieve forma parte de un proyecto de la UniónEuropea llamado AMBAVis (Acceso a Museos para Ciegos y Personas conDiscapacidad Visual, por sus siglas en inglés) para facilitar elacceso al arte a personas con deficiencias visuales.