Un joven colombiano, cuando se percató de que no tenía dineropara pagar la cuenta del burdel, decidió fingir su secuestro yexigir dinero por su libertad a la propietaria del vehículo quetrabajaba como transportista privado.
Harold Santiago Osorio Garzón, de 23 años, departía en unprostíbulo en Medellín, segunda ciudad de Colombia, donde entrepedidos de alcohol y prostitutas alcanzó una cuenta de 11 millonesde pesos (unos tres mil 800 dólares), informó la fiscalía en uncomunicado.
Al ver que no tenía el dinero para pagar, el hombre fingió susecuestro y trató de extorsionar a la mujer que le alquilaba unauto para prestar servicios de Uber, explicó a periodistas elcoronel Wilson Pardo, comandante de la Policía del departamento deAntioquia.
Osorio aseguró que los supuestos secuestradores exigían 15millones de pesos (unos 5 mil 200 dólares) a cambio de su libertady de devolver el vehículo.
El hombre citó a la propietaria en una vía del barrio Belén,suroeste de Medellín, para la entrega del dinero. Pero la mujer,de 38 años y encargada de las finanzas de una empresa deconstrucción en Rionegro, municipio aledaño a Medellín, habíadenunciado el caso ante las autoridades.
Osorio "llegó al lugar de la cita en compañía de tressupuestos secuestradores para recibir el producto del ilícito y,cuando le entregaron el dinero, salió corriendo", pero fueroncapturados por la policía, explicó la fiscalía.
Los investigadores establecieron que Osorio nunca estuvo cautivoy que desde su supuesto rapto estuvo en el prostíbulo, donde dejóel vehículo como "prenda de garantía" del pago de la deuda.
El joven pidió que le devolvieran el carro porque iba a pagaren efectivo, por lo que el burdel designó a los tres hombres paraque recibieran el pago y regresaran el vehículo al hombre. Lossujetos fueron dejados en libertad y no se les imputaroncargos.
Osorio fue imputado por el delito de tentativa de extorsiónagravada, cargo que no aceptó, y fue recluido en una cárcel deRionegro.