“Mira nada más, ese viene hasta las manitas”; es una frase muy conocida en el territorio nacional, cualquier mexicano la ha escuchado más de una vez sin importar si es o no el partícipe de “ir hasta las manitas”.
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Comúnmente la frase “viene hasta las manitas” se relaciona a aquella persona que se excedió de copas y luce una actitud embriagadora en cualquier situación.
Sin embargo, la frase tiene un origen laboral, tal vez sí apegado a las bebidas alcohólicas, pero fuera del contexto de una personas que está bajo las influencias del alcohol.
¿Cuál es el origen de la frase “viene hasta las manitas”?
Esta popular frase se origina en la época de post conquista, cuando el pulque era de las bebidas favoritas de los habitantes de México.
La persona que se encargaba de transportar esta “bebida de dioses” tenía tanta demanda que no contaba con la cantidad necesaria de recipientes para llevar a sus consumidores.
Por tal situación los surtidores de pulque utilizaban recipientes hechos con piel de cerdo u/o chivos, llamados odres, mismos que mantenían las extremidades del animal en cuestión.
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Los odres donde se transportaba el pulque eran llenados “hasta las manitas” (del animal), por lo cual la frase comenzó a popularizarse dentro de la población.