/ lunes 19 de octubre de 2015

Ultima ronda negociadora antes de cumbre del clima de París arranca con disensiones

Bonn, Alemania.- La última etapa negociadora antes de la granconferencia sobre el cambio climático de París (COP21) se abrióeste lunes con disensiones entre Norte y Sur, que nublan un acuerdohistórico para luchar contra el calentamiento del planeta. LaCOP21, que reúne en Bonn a 195 delegaciones, busca mantener bajocontrol, a un máximo de 2ºC, el aumento constante de latemperatura del planeta desde que se inició la RevoluciónIndustrial. Paralelamente la comunidad internacional quiere fijarsecomo meta abandonar la dependencia de las energías fósiles para2050, sin olvidar el financiamiento para los países pobres y unaagenda y calendario para establecer controles mutuos de emisión degases y respeto de los acuerdos. El pacto, sin precedentes, debesellarse en París antes del 13 de diciembre, para entrar en vigora partir de 2020. De un texto inicial de 80 páginas losnegociadores, liderados por Estados Unidos y Argelia, han llegadotras meses de consultas a poco más de 20 páginas, pero este nuevotexto fue puesto en entredicho de nuevo este lunes, al arrancar laúltima ronda negociadora. Los países en vías del desarrollo,agrupados en el denominado G77, junto a China, decidieroninesperadamente dar un paso atrás, tras una reunión previa eldomingo con los copresidentes de las negociaciones, Estados Unidosy Argelia. "Van ustedes demasiado rápido", declaró NoziphoMxakato-Diseko, la delegada sudafricana en nombre de más de 130países pertenecientes al G77, tras la apertura de la sesión porparte del estadounidense. A pesar de las consultas exhaustivas, elG77 (del que forma parte entre otros el grupo Alba), "considera queel texto parece reescribir y reinterpretar" los deseos de losparticipantes, advirtió la sudafricana. El recuerdo del fracaso dela COP de Copenhague en 2009, cuando no se alcanzó un compromiso,pesa en el ánimo de los negociadores en Bonn. En su intervención,el representante estadounidense, Daniel Reifsnyder, copresidentenegociador, declaró que habría "implantes quirúrgicos" delíneas en el borrador, pero recordó que no se puede volver a las80 páginas precedentes. "Nuestro objetivo hoy es escuchar cuálesson esos 'imponderables', esas 'intervenciones quirúrgicas'", dijoel estadounidense. "Habrá un acuerdo en París. Toda la cuestiónes saber a qué nivel se hará" y si podrá "revisarseregularmente", dijo el presidente francés François Hollande enParís, en una reunión con empresarios y sindicatos. "Tal es elmeollo de la negociación", añadió. "Podemos sentir un ciertonerviosismo" al inicio de la última ronda, reaccionó una de lasnegociadoras de la UE, Sarah Blau. - 'No hay tiempo que perder' -"No hay tiempo que perder, no hay tiempo para lamentarse", declaróa los participantes mediante un videomensaje el ministro de MedioAmbiente peruano, Manuel Pulgar Vidal, cuyo país pasa el testigode la Conferencia sobre el clima a Francia. Además del forcejeonegociador, los participantes en Bonn se enfrentan a la presión delas organizaciones medioambientales, que consideran el textodemasiado vago. "Aunque el borrador incluye referencias a ceroemisiones de gases con efecto invernadero y neutralidad delcarbono, no hay un claro llamado para pasar de emisiones decombustibles fósiles a energías renovables en 2050" criticó laRed de Acción para el Clima en Europa (CAN, más de 120organizaciones). Hasta este lunes 151 partes negociadoras de la COPhabían presentado sus contribuciones a nivel nacional (INDC eninglés), que en la jerga de las negociaciones implica losobjetivos de reducción de emisiones de cada país. Esoscompromisos equivalen al 90% de las emisiones de CO2. Pero "unprimer análisis de esos compromisos muestran que (...)desembocarían en un incremento de la temperatura media de comomínimo 2,7ºC", explicó CAN Europa. También hay desacuerdo sobrecuándo y cómo controlar mutuamente esas emisiones de gases. "Antelos rápidos cambios en tecnología, ciencia y políticas (...) elmundo debe volver a la mesa de negociaciones dentro de cinco años,no diez, para aumentar su ambición", sugiere el Instituto Mundialpara los Recursos (WRI). No hay tampoco claridad sobre cómofinanciar el enorme desafío de cambiar de matriz energética delmundo. Sobre la mesa está la propuesta de que los países ricostransfieran anualmente a partir de 2020 100.000 millones dedólares a los países pobres y en desarrollo. (AFP) /rpe

Bonn, Alemania.- La última etapa negociadora antes de la granconferencia sobre el cambio climático de París (COP21) se abrióeste lunes con disensiones entre Norte y Sur, que nublan un acuerdohistórico para luchar contra el calentamiento del planeta. LaCOP21, que reúne en Bonn a 195 delegaciones, busca mantener bajocontrol, a un máximo de 2ºC, el aumento constante de latemperatura del planeta desde que se inició la RevoluciónIndustrial. Paralelamente la comunidad internacional quiere fijarsecomo meta abandonar la dependencia de las energías fósiles para2050, sin olvidar el financiamiento para los países pobres y unaagenda y calendario para establecer controles mutuos de emisión degases y respeto de los acuerdos. El pacto, sin precedentes, debesellarse en París antes del 13 de diciembre, para entrar en vigora partir de 2020. De un texto inicial de 80 páginas losnegociadores, liderados por Estados Unidos y Argelia, han llegadotras meses de consultas a poco más de 20 páginas, pero este nuevotexto fue puesto en entredicho de nuevo este lunes, al arrancar laúltima ronda negociadora. Los países en vías del desarrollo,agrupados en el denominado G77, junto a China, decidieroninesperadamente dar un paso atrás, tras una reunión previa eldomingo con los copresidentes de las negociaciones, Estados Unidosy Argelia. "Van ustedes demasiado rápido", declaró NoziphoMxakato-Diseko, la delegada sudafricana en nombre de más de 130países pertenecientes al G77, tras la apertura de la sesión porparte del estadounidense. A pesar de las consultas exhaustivas, elG77 (del que forma parte entre otros el grupo Alba), "considera queel texto parece reescribir y reinterpretar" los deseos de losparticipantes, advirtió la sudafricana. El recuerdo del fracaso dela COP de Copenhague en 2009, cuando no se alcanzó un compromiso,pesa en el ánimo de los negociadores en Bonn. En su intervención,el representante estadounidense, Daniel Reifsnyder, copresidentenegociador, declaró que habría "implantes quirúrgicos" delíneas en el borrador, pero recordó que no se puede volver a las80 páginas precedentes. "Nuestro objetivo hoy es escuchar cuálesson esos 'imponderables', esas 'intervenciones quirúrgicas'", dijoel estadounidense. "Habrá un acuerdo en París. Toda la cuestiónes saber a qué nivel se hará" y si podrá "revisarseregularmente", dijo el presidente francés François Hollande enParís, en una reunión con empresarios y sindicatos. "Tal es elmeollo de la negociación", añadió. "Podemos sentir un ciertonerviosismo" al inicio de la última ronda, reaccionó una de lasnegociadoras de la UE, Sarah Blau. - 'No hay tiempo que perder' -"No hay tiempo que perder, no hay tiempo para lamentarse", declaróa los participantes mediante un videomensaje el ministro de MedioAmbiente peruano, Manuel Pulgar Vidal, cuyo país pasa el testigode la Conferencia sobre el clima a Francia. Además del forcejeonegociador, los participantes en Bonn se enfrentan a la presión delas organizaciones medioambientales, que consideran el textodemasiado vago. "Aunque el borrador incluye referencias a ceroemisiones de gases con efecto invernadero y neutralidad delcarbono, no hay un claro llamado para pasar de emisiones decombustibles fósiles a energías renovables en 2050" criticó laRed de Acción para el Clima en Europa (CAN, más de 120organizaciones). Hasta este lunes 151 partes negociadoras de la COPhabían presentado sus contribuciones a nivel nacional (INDC eninglés), que en la jerga de las negociaciones implica losobjetivos de reducción de emisiones de cada país. Esoscompromisos equivalen al 90% de las emisiones de CO2. Pero "unprimer análisis de esos compromisos muestran que (...)desembocarían en un incremento de la temperatura media de comomínimo 2,7ºC", explicó CAN Europa. También hay desacuerdo sobrecuándo y cómo controlar mutuamente esas emisiones de gases. "Antelos rápidos cambios en tecnología, ciencia y políticas (...) elmundo debe volver a la mesa de negociaciones dentro de cinco años,no diez, para aumentar su ambición", sugiere el Instituto Mundialpara los Recursos (WRI). No hay tampoco claridad sobre cómofinanciar el enorme desafío de cambiar de matriz energética delmundo. Sobre la mesa está la propuesta de que los países ricostransfieran anualmente a partir de 2020 100.000 millones dedólares a los países pobres y en desarrollo. (AFP) /rpe