QUERÉTARO. En Querétaro, la compra y venta de animales exóticos y no convencionales es una práctica poco común, aunque con un mercado propio, en el que se pueden encontrar leones, tigres, boas, así como distintos tipos de reptiles y aves, todos ellos bajo normas estrictas para su comercialización.
Los animales son, según las normativas mexicanas, bienes muebles, por lo que pueden ser adquiridos por procesos de compraventa según las leyes comerciales y de mercado que, en el caso de México, se encuentran reguladas por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).
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Dentro de la diversidad de animales exóticos o no convencionales hay cuatro clasificaciones que se deben considerar para que pueda realizarse cualquier tipo de trámite: pequeñas especies (perros y gatos), animales de producción (encargados de las actividades económicas primarias), animales exóticos (especies que de manera natural no estarían en un territorio determinado) y especies protegidas (al cuidado del Estado y sus instituciones).
Cabe destacar que, propiamente, ningún animal es ilegal, como bienes muebles lo ilegal es su producción, compra, venta, consumo y demás actividades que involucren directamente el comercio, por lo que se requieren los permisos necesarios para este tipo de actividades y servicios, ya que solo pueden ser reproducidos y explotados comercialmente por criaderos y personas acreditadas.
COMERCIO Y TRANSPORTE
Isaí Romero León tiene dos empresas dedicadas a la vida silvestre; Pet Park, que es una comercializadora de animales exóticos y Zoologística, dedicada al servicio de traslado de esta fauna silvestre, que da servicio vía internet en toda la República y con los permisos necesarios.
“Todos los ejemplares que manejamos y que no son endémicos del país, cuentan con una nota de legal procedencia. Algunas son de criadores establecidos aquí en México llamados PIMVS o UMA, todos los animales cuentan con número de registro avalado por la PROFEPA y SEMARNAT”, comentó´.
Los Predios o Instalaciones que Manejan Vida Silvestre (PIMVS) son una variante de las Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMAs) y su propósito es la reproducción controlada de especies o poblaciones para su aprovechamiento con fines comerciales, pero no realizan conservación.
Añadió que, aunque el trámite es sencillo, se requiere a un especialista para ello, un asesor de vida silvestre. Por ello, es importante el estudio pormenorizado de la documentación e información necesaria no solo para la posesión de un espécimen, sino sobre su cuidado y atención.
Sostuvo que al adquirir un animal exótico y no convencional hay una obligación por parte del comprador para registrarlo a la PROFEPA con la nota de legal procedencia y dar de alta a la mascota, para que las instituciones tengan conocimiento del tipo de animal que se tienen y en dónde se localizan.
“También es por el asunto del tráfico; hay demasiado en este tipo de servicios, por eso los registros, que es una recomendación que nosotros le hacemos a todos los compradores pero que de 10 animales que vendo solo una persona va y lo hace. Es un paso importante que necesita hacerse”, comentó.
Para Romero León esta ha sido una fascinación desde niño, pues siempre tuvo animales de este tipo como víboras, aves y demás, y se le presentó la oportunidad de entrar a este negocio en el que lleva cerca de dos años en Querétaro, pero que tiene un mercado importante en ciudades como Monterrey, Guadalajara y la Ciudad de México.
En ese sentido, señaló que en Querétaro no hay mucho interés en este rubro, por lo que él mismo intenta incentivar el mercado para que más personas puedan adquirir algún tipo de animal exótico. Asimismo, sabe la importancia y responsabilidad que ello implica por lo que realiza una serie de documentaciones para dar certeza que la persona conoce y cuidará debidamente al animal.
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“Tienes que estudiar mucho la especie, para que no tengas algún deceso. Tener tu veterinario de cabecera. Que tengas el tiempo de atenderlos, porque son animales delicados y que tengas la solvencia económica porque lo más caro de un animal exótico es la manutención y mantenimiento del hábitat”, sostuvo.
Comentó que entre los animales más comunes están las iguanas y leopardos o tigres, cada uno con un costo en promedio de 180 a 300 pesos para el reptil, y entre 50 y 70 mil pesos para los felinos, costos que varían de acuerdo a la especie, la coloración, su lugar de origen y la rareza del animal.
TENER UNA MASCOTA EXÓTICA
Sofía Traslosheros, estudiante de biología, cuenta con un dragón barbudo, un reptil originario de las regiones desérticas y semidesérticas de Australia, el cual decidió nombrar “Mushu”, por el peculiar color rojo que tiene y en alusión a la película de Mulán.
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“Es un dragón barbudo o pogona… tengo un año con él, me gustan los animales, siempre me han gustado y más este tipo, pues quería un reptil y vi que estos son calmados y fáciles de cuidar. Son un poco caros y es que hay diferentes fases, colores, y como este es rojo, es un poquito caro, pues salió en 4 mil pesos”, comentó.
Mencionó que el hecho de tener un veterinario que atiende este tipo de animales da más confianza ya que no es un servicio común, además de que al ser exóticos sus cuidados y atenciones requieren de mayor precisión.
“Diario es cambiarle el agua, ponerle sus verduras, le doy sus insectos cada tres días, le doy calcio, sacarlo a que tome el sol, y ya, ver que tenga su calentador, porque es un reptil y lo necesita. Tiene su terrario”, sostuvo.
En tanto, Alma Delia Cervantes Aguillón, tiene un erizo pigmeo africano, un animal nocturno y que recién salió de cirugía por un problema en la matriz, quien señaló que tiene cerca de medio año con él, regalo de una persona que ya no podía cuidarlo.
“Sí necesita muchos cuidados porque tenemos que checar temperatura y la alimentación especial, el agua y el área donde está. Tengo poco tiempo con él y desde ahí me he estado informando. De hecho es el único que he tenido hasta ahora. La verdad sí cueste tenerlos, si alguien quiere es un compromiso serio, tienes que revisar muchos aspectos y sí es caro”, comentó.
Detalló que sí es una inversión fuerte al principio, sobre todo con los accesorios para que tenga donde habitar y con ello comprar alimento y demás, lo que le genera un costo de 2 mil pesos al mes para su manutención.