Inspirada en la casa original del aclamado diseñador Ermenegildo Zegna, y situada dentro de la reserva ecológica Oasi Zegna en los Alpes italianos, se erige la Villa Zegna; ésta no era sólo la casa del creativo italiano ubicada en Trivero, sino también su inspiración y el lugar donde concibió la empresa que lo haría brillar en la industria internacional de la alta costura.
La casa se encuentra a pocos minutos de la fábrica de lana creada por el artista, hace más de un siglo. Su sueño de crear las telas más bellas del mundo iba de la mano con su visión pionera de hacer de su ciudad natal y del mundo que la rodeaba un lugar mejor para las próximas generaciones.
Ahora dirigida por la cuarta generación de la familia Zegna, la empresa se ha convertido en la marca de moda masculina de lujo más importante del mundo, conservando su técnica de confección a partir de la artesanía italiana, su experiencia en materiales y su enfoque pionero de la creación en armonía con el mundo natural.
“Villa Zegna es un concepto global que sigue viajando a diferentes mercados, permitiendo a la marca compartir diferentes capítulos de su historia en cada país, a la vez que desvela el legado que creó el fundador.
”El viaje comenzó en Milán durante el Salone del Mobile con el lanzamiento del libro: Born in oasis Zegna, en el que se narra la visión de Ermenegildo Zegna, quien, en la década de 1930, plantó más de medio millón de árboles y construyó una carretera panorámica que conectaba las dos vertientes del paisaje montañoso de la zona en la que hoy se encuentra Oasi Zegna, el territorio natural de 100 kilometros situado en Piamonte, al norte de Italia. Durante la misma semana, Zegna también donó oficialmente a la ciudad de Milán los nuevos parterres de la Piazza Duomo, marcando el inicio de un proyecto que pretende crear nuevos Oasi Zegna en todo el mundo”, se lee en un comunicado de la firma.
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El concepto de Villa Zegna, se ha adaptado en espacios privados de manera museográfica, llevando un mensaje de conciencia ecológica a diferentes partes del mundo.
El primer capítulo fue Shangai, con la inauguración de Villa Zegna: un oasis de lino. El segundo capítulo es Nueva York: la leyenda de il conte y su viaje a América en 1938.
El concepto de Villa Zegna, se ha adaptado en espacios privados de manera museográfica, llevando un mensaje de conciencia ecológica a diferentes partes del mundo
La villa consta de tres plantas en las que se mezclan a la perfección la visión del fundador, la historia de la marca y los tejidos que formaron el prestigio de la marca de ropa masculina. Los invitados son llevados de viaje por el oasis de lino antes de llegar a la planta dedicada a los productos y la creatividad de las prendas.
"El sueño de la naturaleza se presenta en un contexto metropolitano: los visitantes podrán refugiarse de la ciudad en un campo de lino que celebra Oasi Lino, la fibra Zegna, y estrella de sus colecciones de verano", se lee en el comunicado.
La firma italiana lleva generaciones creando algunos de los materiales más exquisitos de Italia. Este legado sienta las bases de su Road to Traceability, con el compromiso de certificar sus fibras Oasi Lino como totalmente ecológicas a partir de 2024.
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Impulsado por un espíritu pionero, el Fundador quiso establecer sus asombrosos tejidos, que ya eran muy conocidos en Europa, en la mayor economía del mundo: América. Así pues, embarcó en un transatlántico, el SS Rex, rumbo a Nueva York para reunirse con los sastres italianos a los que consideraba los “mejores embajadores de los tejidos Zegna”.
Para conmemorar esta ocasión y estrechar los lazos con estos artesanos, organizó en 1938 una cena de gala en honor de Professional Italian Tailors of America, un acontecimiento que se convirtió en símbolo de una asociación duradera y en el inicio del legado del diseñador en Estados Unidos.