En 1982 comenzó la era de las bebidas dietéticas o light.Desde entonces, la industria de los alimentos ha incorporadoedulcorantes en cada vez más productos para reducir su contenidocalórico.
Sacarina, sucralosa o aspartame, por mencionar algunos,continúan siendo la mejor opción para endulzar alimentos ybebidas con pocas calorías gracias a que la ciencia los avala comoseguros para la salud.
“Son seguros ya que cada compuesto pasa por el Comité Mixtode la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación yla Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS)de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECF sacarina, sucralosa oaspartame, por mencionar algunos, A), una comisión internacionalde expertos no ligados a la industria que analizan continuamente laseguridad y posible toxicidad”, dijo Hugo Laviada Laviada,miembro de la Sociedad Mexicana de Nutrición.
y Endocrinología, quien detalló que las pruebas para aprobarel uso de estas sustancias llevan “entre 10 y 20 años”. Losedulcorantes estimulan los receptores del dulzor en la lengua y sucaracterística es que son mucho más intensos que el azúcar
La historia de estos aditivos se remite al descubrimiento de lasacarina en 1879 (del latín saccharum, azúcar). Su primer usoindustrial fue en una bebida en 1901. En 1965 Schlatter logrósintetizar el aspartame y su uso en Estados Unidos fue autorizado aprincipios de los 80. Está formado por dos aminoácidos: ácidoaspártico y fenilalanina. La sucralosa fue descubierta en 1976 yes el único edulcorante de bajas calorías que se fabrica a partirdel azúcar.
En México, la autoridad sanitaria trabaja para ordenar elmercado de los alimentos y bebidas que usan edulcorantes con lafinalidad de proporcionar información para un consumoresponsable.
Mucho se ha hablado de si los edulcorantes deben sersuministrados a niños y sus potenciales efectos.
“Hay quienes creen que el dulce pueden generar adicción”.indicó Laviada.
pero no hay sustento científico”, indicó Laviada, tambiéncatedrático de la Universidad Marista de Mérida.
Para el especialista “lo importante es que exista unaorientación alimentaria en la escuela y en la casa”. (EFE)