Bienvenido al Infierno. Ya no es necesario leer la Biblia ni La Divina Comedia para darnos una idea de cómo son todos esos caminos sinuosos que llevan al mismísimo Diablo, basta con despertar y ver las noticias, leer las cifras diarias de homicidios, secuestros, asesinatos, robos, y extorsiones que existen en México y el mundo.
En un pequeño ejercicio hecho por El Sol de México se le preguntó a un grupo de personas: ¿con qué relacionaban los nueve círculos del infierno?
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En este ejercicio esperábamos respuestas como demonios, fuego, dolor, pero la realidad supera a la ficción. Para este grupo de mexicanos, los nueve círculos que atravesarían se basan en cosas tan comunes como relacionar el pecado de la traición, con la familia; la avaricia, con tarjetas de crédito o la violencia con el narcotráfico.
Los nueve círculos que rodean el infierno son el Limbo, donde van los no bautizados; la Lujuria, como exceso de placer; la Gula, que favorece a los que más tienen; la Avaricia, por no compartir; la Envidia y sus celos; la Herejía, por no pertenencia; la Violencia diaria que se vive; el Fraude, por obtener algo que no es nuestro; y la Traición, que tanto tememos.
Bien dice el dicho, "el Diablo está en todos lados", pues las respuestas más comunes fueron: familia, amigos, parientes, robos, vecinos y gobierno.
¿Con qué relaciona el Infierno? Se tomó un grupo de personas y se les explicó de qué constan los nueve círculos infernales de La Divina Comedia. Se les pidió que comentaran la primera palabra que les viniera a la cabeza al escuchar cada uno de los pecados que forman cada círculo. Estos son los nueve círculos por los que estos mexicanos pasaron.