Aunque los millennial han encabezado la agenda progresista en México, los ejemplos de machismo se siguen acumulando
Los dichos del senador Samuel García retumbaron en las redes sociales apenas los expresó. Objeto de críticas, condenas, memes y burlas, la frase “estás enseñando mucha pierna” estuvo en el centro de la conversación sobre machismo en México en la semana del 10 de agosto.
El senador le reprochó a su esposa que estaba enseñando una pierna durante una transmisión en vivo que realizaban por Instagram. Una de sus frases, la cual eligió el Museo de la Memoria y Tolerancia para reprobar la actitud del senador, era “me casé contigo para mí, no para que andes enseñando”.
La institución sostuvo vía redes sociales: La misoginia y el machismo ya no pueden seguir formando parte de nuestras relaciones íntimas y sociales. El control sobre las mujeres causa un daño irreparable a la autoestima, a la dignidad y a la vida misma. No más machismo.
No fue sorpresa que las redes sociales tardaran unas cuantas horas en orillar al senador a disculparse. ¿La disculpa? “Nadie me enseñó a ser feminista”.
García tiene 32 años. Nacido en 1987, forma parte del grueso de la generación millennial. Esa misma generación que ha impulsado los temas de género con fervor y estructura, atestigua cómo la vida privada de las personas sigue perpetuando actitudes en detrimento de las mujeres y que, cuando se colocan una lupa -en este caso, una transmisión en vivo- muestran que hay mucho camino por recorrer.
La lección que podrían llevarse los padres de familia millennial, es que la vida real no está en las redes sociales. No podemos esperar que el mundo cambie únicamente porque ya hay más voces (virtuales) en favor de la igualdad. Todo comienza desde casa.
El linchamiento mediático al que fue sometido el senador puede servir como referencia de lo que nos gustaría escuchar y ver de nuestros hijos en el futuro, así como enfatizar en las consecuencias que les puede traer.
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