Viena.- La expropiada casa natal del dictador nazi Adolf Hitler(1889-1945) en la localidad austríaca de Braunau am Inn tendrá"una finalidad social" -posiblemente en la ayuda a discapacitados-como "antítesis" a las políticas del Tercer Reich.
El gobernador del Estado federado de Alta Austria, JosefPühringer, donde se encuentra la localidad natal de Hitler,explicó hoy a la agencia de noticias austríaca APA a qué sedestinará la casa y descartó la posibilidad de derruirla.Después de un debate en profundidad hemosacordado que la casa no se derruirá", declaró Pühringer tras unareunión con el ministro del Interior, Wolfgang Sobotka, y elalcalde de Braunau am Inn, Johannes Waidbacher. Anoche elParlamento austríaco decidió por una amplia mayoría laexpropiación de la vivienda para evitar que se convirtiera enlugar de peregrinación para neonazis, después de que la dueña senegara a vender el inmueble al Estado.
Según Pühringer, si se derribará la casa siempre se lesacusaría de "derruir una capítulo delicado de la historia" yavanzó que se buscará darle una finalidad social en la ayuda adiscapacitados, "como antítesis al nacionalsocialismo".
Los nazis ejecutaron a decenas de miles de discapacitadosfísicos y psíquicos, así como a enfermos crónicos, en unprograma de eutanasia que justificaron con el argumento de quetenían una vida que "no era digna de ser vivida". Una finalidad social, como ya ha tenido la casa en esalocalidad durante muchos años, es un mensaje esperanzador, unrecuerdo a las víctimas y un claro símbolo contra los crímenesde Hitler", concluyó el político conservador. El pasadooctubre, Sobotka dijo que la casa natal de Hitler iba a serderribada una vez completada la expropiación, una opcióncriticada por numerosos historiadores.
El uso social del edificio coincide con la recomendación de unacomisión de expertos, que aconsejó al Estado dar al inmueble unafinalidad social o caritativa, aunque después de "una ampliaremodelación arquitectónica que no haga reconocible el edificio,para restarle valor simbólico".
Las autoridades austríacas reformarán la casa antes dedestinarla a un nuevo uso, aunque todavía se desconoce el alcancede esa reforma.
Hitler nació en 1889 en una casa en Braunau am Inn, muy cercade la frontera con Alemania, y aunque su familia pasó allí apenastres años, su legado ha tenido un enorme peso en esta localidad de16.000 habitantes.
La casa era, hasta su expropiación propiedad de una vecina,aunque desde 1972 el Ministerio del Interior la había alquilado yla subarrendaba al Ayuntamiento de Braunau por unos 5.000 eurosmensuales.
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En el pasado, se albergó allí una biblioteca, un banco, y másrecientemente, un taller de formación de una organización paradiscapacitados, que dejó el lugar en 2011 para buscar un alquilermás barato.
Según los medios austríacos, a esa misma organización,"Lebenshilfe", se le podría ofrecer usar el inmueble.
El ayuntamiento había demandado en repetidas ocasiones que elEstado expropiase el inmueble por el temor de que organizacionesneonazis pudieran alquilarla de forma encubierta y convertir lalocalidad en un centro de peregrinación para ultraderechistas.
En la actualidad no existen demasiadas referencias sobre elpasado de la casa pintada de color amarillo, solo un monolito degranito procedente de la cantera del campo nazi de Mauthausen quefue colocado allí en 1989, por el centenario del nacimiento deHitler.
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