Uno de los recintos más visitados por los devotos de la Virgen María es sin duda la Basílica de Guadalupe, ubicada en la Villa, Alcaldía Gustavo A. Madero. Se presume que fue ahí donde la Virgen María se le apareció a Juan Diego.
Sin embargo, de acuerdo a la tradición, hubo otra aparición pero en Ecatepec, Estado de México, donde cuenta el relato oficial, la Virgen se apareció por quinta vez.
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En Santa María Tulpetlac, señala la historia, fue donde la Virgen María señaló como quería ser llamada y después curó milagrosamente al tío de Juan Diego, Juan Bernardino.
¿Dónde se ubica el icónico santuario?
El templo se encuentra a 13 kilómetros de la Basílica, en lo que era la casa del tío de Juan Diego. Este lugar tiene reconocimiento oficial como centro de veneración de la Virgen de Guadalupe desde el pontificado del Papa Pío XII.
Anteriormente, el pueblo era conocido por ser una región de artesanos especializados en fabricación de productos con fibra de maguey. Cuenta la leyenda que María Lucía, esposa de Juan Diego, se dedicaba a la fabricación de tilmas, manta prehispánica parecida a un delantal hecha con fibras de maguey. En una de estas mantas sería donde la Virgen dejaría una de sus imágenes.
Después de la aparición, el lugar se convirtió rápidamente en un centro de peregrinaje y en la casa de Juan Bernardino se edificó un templo que perdura hasta la fecha , y hay que mencionar, que el milagro está fechado el 12 de diciembre.
El templo estuvo en remodelación hasta el 2017, tras seis meses de remodelación la Secretaría de Turismo del Estado de México lo abrió al público. Entre las modificaciones se renovó el Mercado Gastronómico y el templo.
Apenas el añó pasado, debido a la pademia de Covid-19, los feligreses pudieron asistir a sus lugares de devoción, se calcula que a la Basílica llegaron cerca de dos millones de personas, las cuales, auxiliadas por personal de seguridad de la CDMX, siguieron los protocolos de sana distancia para poder entrar al recinto.
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También, a diferencia de otros años, los fieles que asistieron al recinto religioso no pudieron pasar la noche en las inmediaciones de la Basílica, ni en el atrio aledaño, así lo anunció el monseñor Salvador Martínez Ávila, quien es el rector del templo.
