Un policía que atendía una queja por el alto ruido de una"fiesta" terminó dando clases de salsa a los que participaban enella.
Todo ocurrió en San Antonio, Texas, cuando un vecino llamó al911 quejándose por la fuerte música que venía del patio de unclub de baile de niños y jóvenes.
El oficial Juan Carlos Bruno acudió al domicilio citado peropara la sorpresa de todos, decidió no "acabar" con la fiesta ymejor les mostró a los chicos sus mejores pasos de salsa.
Leslie Sapp, que dirige la organización de baile, dijo a losmedios locales que el policía le pidió que tocara una canciónespecífica y cuando empezó, presumió su baile.
Luego de demostrar este optimismo, la escuela de bailecondecoró al agente por demostrarles a los jóvenes su lado másdivertido.