El dulce y crujiente sabor de unos churros pasaron a ser unas cuantas migajas llenas de mugre y suciedad en el centro de Morelia, ¿la razón? un vendedor decidió deshacerse de su mercancía para evitar que se la decomisaran.
La triste historia de este trabajador se volvió viral esta semana en redes sociales cuando el pasado 25 de julio, inspectores del Ayuntamiento de Morelia realizaban un operativo en calles céntricas, al identificar al vendedor decidieron poner un alto a su "amenazante" actividad.
Con los postres tirados, se ve cómo el iracundo churrero discutía con los inspectores mientras recogía algunas cosas que utilizaba para su venta; en un momento de alta tensión decide pisar su mercancía e irse del lugar.
Transeúntes del lugar se paran, miran con desprecio la escena que comenzaron los inspectores y policías, les increpan: "no se vale lo que están haciendo, agarren a los rateros", "policías de mierda".
El video termina, el churrero lleno de coraje perdió su ganancia del día.