México.- La crisis que vive Brasil representa unarma de doble filo para México: Por un lado, empresas mexicanasasentadas en esa nación, como Bimbo, Kof, Alsea y América Móvilya resienten el efecto negativo de la crítica situacióneconómica y política cariocas, y por otro lado se traduce en unavaliosa oportunidad para que nuestro país logre diferenciarse aúnmás ante los ojos de los inversionistas.
Así lo consideraron analistas de CI Casa de Bolsa,en el documento “Impacto de la situación política brasileña enla economía y el mercado financiero mexicano”.
Insistieron en que la situación política yeconómica en Brasil abre una oportunidad para que México logrediferenciarse favorablemente entre los inversionistas, y destacaronque “a pesar de las dificultades, México muestra una mayorestabilidad económica y política que la mayoría de laseconomías emergentes”.
Por lo pronto, tras el retiro de funciones de DilmaRousseff como presidenta de Brasil ayer en la madrugada, losespecialistas de la firma dijeron que el impacto a los mercadosfinancieros mexicanos ha sido limitado, mostrando poco contagio(tanto positivo como negativo).
“Actualmente, la moneda mexicana y las tasas deinterés se han movido más por el comportamiento del preciointernacional del petróleo y de la economía norteamericana, quepor otras razones”, explicaron.
Sin embargo, insistieron en que las empresasmexicanas que se han aventurado a vender sus productos o serviciosa Sudamérica, en especial a Brasil, sí se han visto afectadas porla debilidad económica del gigante sudamericano.
“Actualmente Brasil es para México su segundodestino de exportaciones en América Latina, solo detrás deColombia; les vende 3.8 mil millones de dólares (1.0 por ciento delas exportaciones totales), y, con los años, las empresasmexicanas han invertido en Brasil cerca de 50 mil millones dedólares”, apuntaron.
A nivel global, dijeron que la reacción inicial enlos mercados financieros brasileños y emergentes tras ladestitución de Rousseff ha sido positiva, aunque advirtieron queno borra la incertidumbre en los inversionistas por la situaciónpolítica y económica del país.
“Incluso, este tema ha generado reaccionespositivas para Brasil en lo que va del 2016. A mayo, la moneda(real brasileño) se ha apreciado 12.2 por ciento (en 2015 sehabía depreciado 49 por ciento), y la bolsa de valores acumula unaganancia de 21.7 por ciento (mientas que en 2015 perdió 13.3 porciento)”, refirieron.
Por lo anterior, consideraron que los inversionistasven el tema de la destitución de Rousseff como favorable, toda vezque aprecian que en Brasil existe un sistema oportuno de rendiciónde cuentas al más alto nivel, y porque el vicepresidente MichelTemer, quien entrará de forma interina para dirigir al Gobierno,tiene más tendencias y convicción de derecha, lo que podríatraducirse en políticas más pro-mercado para buscar recuperar eldinamismo económico del país sudamericano.
“Brasil se enfrenta a su peor recesión económicaen los últimos 80 años. En 2015 su PIB cayó 3.8 por ciento, y seespera que tanto este año como quizá el próximo continúecayendo, en tanto que la inflación se encuentra por arriba del 10por ciento, y la tasa de desempleo en niveles cercanos al nueve porciento”, comentaron los especialistas.
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