Bruselas, Bélgica.- La Unión Europea parecedispuesta a iniciar un sorprendente acercamiento comercial conChina en respuesta a la tentación proteccionista de EstadosUnidos, aunque, pese a los gestos, las diferencias entre Bruselas yPekín siguen patentes.
"Si el auge de un proteccionismo venido de fueraconstituye una amenaza para la economía china, estamos dispuestosa comprometernos y combatirlo juntos", declaró esta semana lacomisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, en referencia ala retórica proteccionista de la nueva administraciónestadounidense.
Desde la elección de Donald Trump como presidente deEstados Unidos, el ejecutivo comunitario denuncia la "amenaza" querepresentan las "barreras" y el "proteccionismo", es decir, elcomercio utilizado "como arma", en palabras de Malmström endiscurso reciente consagrado a China.
En respuesta a este proteccionismo, la UE debe"reforzar" sus "relaciones con otros socios" y China, su segundosocio comercial tras Estados Unidos, forma parte de estaestrategia, siempre que la relación sea "justa, transparente ybasada en valores", según la responsable europea.
Este posicionamiento de la UE sorprende, máximecuando la Comisión Europea no ha cesado de imponer medidasantidumping contra el primer exportador mundial, del que critica laomnipresencia del Estado en la economía.
Igual de sorprendente fue, no obstante, otro discursoreciente, concretamente el del presidente chino, Xi Jinping, amediados de enero en el Foro Económico Mundial de Davos, dondedefendió un libre comercio de bienes y capitales "imposible dedetener", así como una globalización "irreversible".
"Existe una convergencia objetiva de intereses frentea la actitud de Donald Trump", quien "desestabiliza y hace peligrarel sistema comercial", comenta Sébastien Jean, director del Centrode Estudios Prospectivos y de Informaciones Internacionales(Cepii)
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